28 octubre 2005

BLIND PANIC "Nameless Blasphemy With Glaring White Eyes"

(Autoeditado)

La verdad es que resulta un poco tardío ponerme a hablaros de un disco que ya lleva más de un año en la calle. Claro que lo de “en la calle” es un decir, teniendo en cuenta las dificultades de distribución que seguramente se habrán encontrado estos chicos de las Islas Baleares, que se auto-editan su propio trabajo. Tras la actuación de octubre en Ritmo y Compás, el guitarra, Pedro Zubiri, tuvo la amabilidad de facilitarme el CD, por lo que, por fin puedo contaros como es la música “enlatada” de estos chicos. De por sí, la presentación ya despierta la curiosidad. Intentando transmitir, con su diseño, cierta sensación de sufrimiento ó agobio, tras ojear el libreto, queda claro que no se trata precisamente de A.O.R. Hablamos de Metal extremo, pero con mucha personalidad. Desde el primer corte, “Private Angel”, los sonidos más rudos y contundentes no ocultan el gusto de Blind Panic por la melodía. “Contundencia pero con sentido” parece ser el lema del trío balear. La agresiva voz de Pedro marca perfectamente la línea melódica, apoyado en la sólida base rítmica que Silvia y Carlos (bajo y batería) construyen. En “Wrong way” es Silvia quien pone su voz al servicio del objetivo principal... alterar el estado nervioso del oyente. “Bound Between You And I” es un tema thrashmetalero en toda regla, con todo lo que ello conlleva Al igual que “Licking Your Snapshot”, si bien, en ésta, la voz de Silvia les coloca dentro de parámetros más del siglo XXI. “Empire of Dunes” es un medio tiempo con una intro que parecen rezos de árabes desde sus minaretes. “Malkavian” nos muestra una producción más limpia de lo habitual, lo que ayuda a escuchar mejor la voz de Silvia. “Lifeless” es quizás la mejor composición del disco, con Silvia cantando espléndidamente, y Zubiri marcándose unos solos ochenteros de excelente factura. Además, en este corte se percibe el buen gusto de la banda, pues el tema está bastante influenciado por los Metallica del “And Justice For All”. “Outside Beholder” está hecha para hacer votar a grandes auditorios, mientras que “Strainer” es un corte veloz, más cerca del Heavy Metal que de los sonidos extremos. Como epílogo a la obra, “Stormaster”, que sirve para aglutinar toda la buena esencia que conforma Blind Panic. Un temazo de Thrash metal con influencias de rock progresivo (solo influencias), resulta ideal para que cada uno de los tres ofrezca técnicamente lo mejor de sí mismos. Como mínimo, resulta un disco interesante, que hubiera estado en la imaginaria lista de mis diez CDs favoritos del 2004.
Carlos Treviño Cobo

27 octubre 2005

GAMMA RAY "Majestic"

(Mayan Records/Sanctuary)

¡Por fin! El directo “Skeletons In The Closet” estuvo muy bien, pero ya llevaban los Rayos Gamma cuatro añitos sin sacar material nuevo, y estábamos empezando a impacientarnos. Después de tanto tiempo, han sido un poco tacaños, sólo nos han presentado diez canciones, pero bueno, siempre será eso preferible a que metan morralla de relleno. Lo cierto es que la primera vez que lo oyes este “Majestic” no se corresponde con las expectativas. ¿Es malo el disco? ¡En absoluto! Lo que ocurre es que... ¿cómo explicarlo? Cuando escuchas un tema nuevo de Gamma Ray te encuentras cantando el estribillo antes incluso de pasar al siguiente corte. Son himnos que entran solos. Exceso de comercialidad, dirían algunos. Pero a mí me encantaban tal y como eran. El actual CD contiene canciones excelentes, maravillas como “My Temple”, “Hell Is Thy Home”, o “Spiritual Dictatior”, pero comparten que el “chorus” es quizá algo largo, lo que dificulta esa asimilación a la primera de la que antes hablaba. Quizá la que más siga la tradición sea “Fight” (que debería llamarse “Carry On”), con probabilidad una de las que quedarán fijas en el repertorio de la banda dentro de unos años. Curiosamente, no es de Kai, sino de Henjo, quien se sigue ocupando de los teclados además de manejar la segunda guitarra. Otras en esta onda son “Blood Religión”, que habla de vampiros y musicalmente tiene cierta similitud con “Space Eater”, o “How Long”, con mucha importancia en los teclados, y casi parece más de Freedom Call. Cosa rara, porque Dan Zimmermann compone otros temas, pero no interviene en este. El único que esta vez no nos regala nada de cosecha propia es Dirk, no sabemos el motivo. La que más recuerda a canciones de anteriores entregas, casi cayendo en lo repetitivo, es “Condemned To Hell”, igualita a “Send Me A Sign” y “Heaven Or Hell”. Si en “Powerplant” Kai homenajeaba a Manowar en “Heavy Metal Universe”, y en “No World Order” a Judas en “The Herat Of The Unicorn”, ahora le toca el turno a Maiden con “Strange World”, bastante parecida a otro “Stranger”, ya veréis, ya. Solo sobran los cortes “Majesty” y “Revelation”, lo siento, pero no he podido con ellos. Por lo demás, lo positivo gana por goleada a lo negativo. En un par de audiciones te das cuenta de que el disco es tan bueno como los anteriores, aunque algo diferente, más de uno lo llamará madurez compositiva. No me quejo, pero si se hubieran quedado como estaban tampoco me habría importado. Todo lo que haga Hansen está bien, de una forma o de otra. Sólo falta que el próximo disco no tarde tanto.
Nacho Jordán

CHALICE "Shotgun Alley"

(Massacre Records)

Notable endurecimiento el que ha registrado el sonido de estos alemanes en lo que supone ya su quinta obra en estudio. Desde aquel inicial “In Wonderland” de hace ya diez años, los chicos de Chalice nos tenían acostumbrados a un sonido mucho más sinfónico, rayando con el A.O.R. y el progresivo más melódico de gente como Marillion, Asia o Pendragon. Pero en este “Shotgun Alley” han orientado sus composiciones a territorios más hard rockeros, sin olvidar sus buenas melodías, pero dando un protagonismo más que notable a unas guitarras que suenan mucho más crudas y directas que en entregas anteriores. Podríamos comparar esta evolución con la de Crystal Ball, ya que el sonido de este trabajo de Chalice es muy similar al de los suizos en sus últimos discos. En general el disco resulta bastante entretenido e interesante, con la voz de Gino Naschke más rota y en unos tonos más altos que de costumbre, marcando las pautas que siguen sus compañeros en unos buenos coros, que ponen el contrapunto melódico a las afiladas guitarras de Oliver Scheer y los teclados también bastante potentes de Burkhard Becker, y por supuesto a la contundente base formada por el batería Michael Mehl y el bajista Steve Logleder. El disco apenas da respiro, desde la inicial con toques épicos a lo Edguy “Opera Burns”, pasando por el tema que da título al trabajo con reminiscencias a los Queensryche de “Operation Mindcrime”, o “Hollywood Daze”, un tema divertido, más “americano” y hard rockero 100% lleno de intensidad, al igual que “Twisted Lover” que es de lo mejorcito del disco. Con “Shadow Of My Soul” bajan un poco el ritmo y se marcan un medio tiempo correcto, sin más, con unas guitarras demasiado espesas. Mejoran algo en “Price Of Love”, más lenta y con más presencia de teclados y coros, pero sigue siendo algo monótona. Vuelven a patearnos el culo con las siguientes “Kick It”, en la misma onda que “Hollywood Daze” y “Twisted Lover”, puro hard pegadizo y directo con cencerro incluido; “Time” con un ritmo acelerado y algo atropellado por momentos que se queda un poco en el intento. Nuevamente tiran de vena más épica al final con “Sweet Taste Of Life”, “King Of The Neighbourhoud”, y “Beyond The Light” con un estribillo machacón y pegadizo. El cierre viene con una bonita balada acústica, un poco a lo Axxis, sobre todo por la voz de Gino, y que es un buen colofón para un notable y sorprendente disco. Muy recomendable para los seguidores de las bandas centroeuropeas de buen hard rock melódico y potente.
Mariano Palomo

EPICA "The Score - An Epic Journey"

(Transmission / Mastertrax)

Curiosa y original sin duda la nueva entrega de los holandeses Epica. Han dejado por esta vez aparcado su habitual rock gótico y se han marcado junto a la Epica Orchestra un disco típico de banda sonora de películas fantásticas tipo “Conan”, “El Señor de los Anillos” o “La Guerra de las Galaxias”. Todo hecho con muy buen gusto, y recogiendo los tópicos de este tipo de scores, como dirían los ingleses, pero alejados de lo que nos tienen acostumbrados, salvo en tres de los nada menos que veinte cortes que contiene la entrega, en los que pone su maravillosa voz la pelirroja Simone Simons. En cuanto a los temas orquestales encontramos algunos más épicos, pomposos y grandilocuentes como las iniciales ”Unholy Trinity” inquietante, típica para una escena de una invasión o ataque, “The Valley”, en la misma línea, o “Caught In A Web”, ideal para ceremonia solemne tipo coronación o desfile militar. Otros más oscuros como “Epitome” o “Inevitable Embrace” con aire oriental, “Imsomnia” inquietante e intensa, “Angel Of Death” con coros tenebrosos, y llena de misterio o la final “The Ultimate Return” que pone un cierre más sinfónico, con protagonismo de los violines. Sobre los tres temas cantados, podemos decir que uno de ellos, “Trois Vierges” (Solo Versión), es tema lento insertado cerrando el primer tercio del disco, para el lucimiento como mezzo soprano de Simone Simons, y que se repite al final sin voz cediendo protagonismo al clavicordio en un Reprise; los otros dos los dejan para el cierre definitivo del trabajo: “Solitary Ground”, lirismo absoluto, con protagonismo total de Simone y su preciosa voz, parece que va a crecer pero se queda en un medio tiempo que desprende misticismo por todos lados, con bonitos violines de fondo. Y la última “Quietus” (Score Versión), tema medieval a lo Blackmore’s Night, y sin duda el más animado del disco con presencia de percusión, buenas voces doblando a la de Simone, y única aparición de las guitarras eléctricas de Ad Slujter y Mark Jansen, que además produce el disco, hace los arreglos y se encarga de los elementos técnicos junto a Sasha Paeth, Miro, Yves Huts, o Coen Janssen entre otros. Una bonita obra, que como su título indica no es más que un viaje épico, que te traslada con su música a mundos fantásticos y parajes en ocasiones de ensueño, y tétricos en otras. Los seguidores del género cinematográfico anteriormente mencionado seguramente disfrutarán de este disco, y recuperarán en su memoria escenas de sus películas favoritas. Evidentemente no es un disco de heavy metal, pero puede gustar a muchos de sus seguidores. Para escuchar tranquilamente y sin prisas.
Mariano Palomo

26 octubre 2005

AINA "Living In A Boy’s World" (Reedición)

(MTM Classix / Goi Music)

Se reedita en estos días otro gran disco de rock melódico publicado a finales de los años 80 y que desgraciadamente tuvo escasa/nula repercusión, a pesar de la enorme calidad que atesora. Se trata del tercer álbum que grabara en solitario la guapísima cantante noruega Aina. El álbum comienza con la propia Aina cantando una insufrible melodía de corte infantil; antes de comenzar a dar cera con “Rocks Off”, un clarísimo single que combina perfectamente pop y rock. Por cierto, un tema que también llegó a grabar la actriz y cantante Izabella, unos años más tarde. A partir de aquí se intercalan buenos temas rockeros (“I Must Be In Love”, “Shot Down In Flames”, “Pleasure & Pain”) con hermosas baladas (“Believe In Me”, “You Babe You”). La propia “Living In A Boy’s World” es un interesante medio-tiempo, con cierto parecido a Martika. Además esta interesante reedición viene acompañada de cinco bonus-tracks no aparecidos en su día, entre los cuales destacan los potentes “Too Good To Be True” y “If I Can’t Have You”. En resumen, un gran trabajo de Hard-AOR escandinavo. Altamente recomendado si te gustan Tone Norum, Annica, Robin Beck, Laos, Erika, etc.
Rafa Carrillo

24 octubre 2005

GOTTHARD "Lipservice"

(Nuclear Blast)

Más vale tarde que nunca. Si, ya lo sé, esto salió antes del verano, pero es que me he dormido. Pero bueno, como ya he dicho más vale tarde que nunca, así que vamos a lo que importa. Séptimo trabajo de estudio para esta banda suiza incansable y luchadora, y que por fin ha encontrado una compañía discográfica que se moje con ellos más allá de Suiza, Alemania o Japón. “Lipservice” es sin duda su mejor trabajo desde la edición de “G” en 1996, pues los siguientes “Homerun” (2001) y “Human Zoo” (2003) son bastante flojitos. En este nuevo trabajo encontramos intensos trallazos de hard rock a lo “All We Are” (no confundir con el célebre tema de Warlock), “Dream On” o “Said And Done”; medios tiempos como “Anytime Anywhere” o “The Other Side Of Me”; sentidas baladas a lo Def Leppard en “Everything I Want” o más personales como “I’ve Seen An Angel Cry” y “Nothing Left At All”. Pero también hay cabida a baladas acústicas como la final “And Then Goodbye”, que quizás habría sobrado en el disco, y, sobre todo, efectistas singles como es el caso de “Lift ‘U’ Up”, dónde la voz de Steve Lee me recuerda mucho a la Claus Lessmann de Bonfire. La producción es espectacular, con un sonido inmejorable, y la edición en digibook muy buena, incluyendo además el videoclip de “Lift ‘U’ Up” y un bonus track también bastante bueno. Discazo por tanto y que tendremos la oportunidad de ver presentar (hasta diez canciones) en directo en la Sala Caracol (con los tickets agotados) a finales de este mes de octubre. Ya era hora de que vinieran a tocar por aquí. Igualito que empezó, más vale tarde que nunca.
Antonio Alcoba

BON JOVI "Have A Nice Day"

(Mercury)

Nuevo trabajo de Bon Jovi, esta vez sorprendiendo por el mayor protagonismo de Richie Sambora, que ha grabado unas guitarras muy potentes y, por fin, más presentes, realmente muy rockeras. Compositivamente, el disco sigue las directrices de sus anteriores discos de estudio “Crush” y “Bounce”, pero que resultan más atractivas al oyente rockero por la mayor presencia de las guitarras. Como en “Crush” y “Bounce”, Bon Jovi han demostrado como hacer un single que venda el resto del disco, y es que “Have A Nice Day”, el tema-título, es una mezcla entre “It’s My Life” y “Everyday”, los respectivos primeros singles de los dos anteriores álbumes. Pero no se quedan ahí, porque “Last Man Standing” (nada que ver con otro tema del mismo título aparecido en el cd 1 de la caja de rarezas “100.000.000 Bon Jovi Fans Can’t Be Wrong” del pasado año) o “Last Cigarette” son bastante cañeras; “Bells of freedom” es una balada que se acerca a su mejor época, aunque parece mentira que hayan copiado la música del estribillo de otro tema suyo como fue “This ain’t a love song” del “These days”. Por otro lado, “Wildflower” es más popera. También encontramos buenos medios tiempos como “I am”. “Complicated” se asemeja al primer single “Have a nice day”. Marchosa y pegadiza es el bonus track “Dirty little secret” y algo más moderna el otro bonus track con “Unbreakable”. Definitivamente Bon Jovi parecen haber vuelto un poco a la senda del hard rock que les hizo famosos, con menos baladas y menos moñerías, pero sin pasarse de de duros. Buen disco.

Antonio Alcoba

IRON MAIDEN "Death On The Road"

(EMI)

Nuevo directo para los Reyes del Heavy Metal Iron Maiden, y hace el número ocho tras “Maiden Japan” (1981), “Live After Death” (1985), “A Real Live One” (1993), “A Real Dead One” (1993) (ambos unidos actualmente como “A Real Live Dead One”), “Live at Donington” (1993), “Maiden England” (en video en 1989 y en cd en 1994) y “Rock In Rio” (2002). A ellos habría que sumar, además, “Beast Over Hammersmith” de 1982, los shows de Reading de 1980 y 1982 y parte del de Donington de 1988, todos ellos incluidos en la caja “Eddie’s Archives” (2002). Esta idea de sacar un directo tras un disco de estudio, ya sea en cd o en dvd, es una idea lógica si tenemos en cuenta que el mercado de directos piratas ha evolucionado una barbaridad desde aquellos añorados vinilos de los ochenta. De esta manera salimos beneficiados todos; el grupo, porque recauda lo que es legalmente suyo, y el público, porque ya no tiene que arriesgarse a pagar una cantidad desorbitada por un pirata que muchas veces suena horriblemente mal. Y por cierto, aquí no vale lo de “joder, otra vez a sacarnos la pasta”; si quieres lo compras y sino no. Pero vamos a lo que nos ocupa. Este doble en vivo es precisamente eso, una grabación absolutamente en directo, con un sonido espectacular (mucho mejor que el de “Rock In Rio”) y sin recordings adicionales en el estudio, algo que se nota sobre todo en algunos gambazos como los que se marcan Dickinson y McBrain en “Can I Play With Madness”, un tema recuperado para esta gira. La otra sorpresa es la inclusión de “Lord Of The Flies”, único tema de la etapa con Blaze Bailey que tocaron en esa gira y que Bruce borda. Lo demás es lo típico en cualquier show de Maiden, es decir “The Trooper”, “Hallowed Be Thy Name”, “Fear Of The Dark”, “The Number Of The Beast”, etc. Por supuesto no faltan temas del disco a presentar, del que tocan hasta seis, desde la inicial “Wildest Dreams” a “Dance Of Death” pasando por “Rainmaker”, “No More Lies”, “Paschendale” o el primer bis con “Journeyman”. Es de agradecer que Maiden, a estas alturas y con tantos discos, siga presentando sus discos en condiciones, no como otros, que vienen a presentarnos su nuevo disco, que contiene doce temas, y sólo tocan tres. Como digo, eso un punto a favor de Maiden, porque eso significa que confían plenamente en lo que han grabado, aunque para muchos “Dance Of Death” sea un disco mediocre. En cuanto a la edición en dvd se anuncia que será triple, pero en lo que al concierto se refiere, es el mismo que emitió la televisión alemana, aunque ahora aparecerá íntegro y no recortado. Y para terminar, quiero hablar del single extraído de este disco, que no es otro que “The Trooper”. Primero, ha salido en tres ediciones distintas con temas en directo de su más reciente gira; en el cd aparece “Prowler”, que goza de un buen sonido digital, mientras que “Murders In The Rue Morgue” y “Another Life”, caras B de single vinilo coloreado y del maxi-picture disc en vinilo respectivamente, suenan fatal, no por la grabación, sino porque al no ser vinilos negros normales, la calidad de sonido se resiente sobremanera. Y segundo, señores de la compañía en España, no nos anuncien que es la primera vez que aparece “The Trooper” en formato single, porque eso es mentira; ya lo hizo en 1983 (segundo single de “Piece Of Mind”), con distinta cara B (entonces fue la magnífica versión del “Cross-eyed Mary” de Jethro Tull), y la misma portada que ahora. Por favor no nos engañen como a chinos.
Antonio Alcoba

20 octubre 2005

BLANC FACES "Blanc Faces"

(Frontiers / Mastertrax)

Los fanáticos de Foreigner y Journey tenemos ya nuevo disco para comprar y disfrutar. Se trata de Blanc Faces, la nueva sensación del rock melódico de este año. La banda está formada por los hermanos Robbie y Brian La Blanc; encargándose el primero de la voz cantante (con un timbre muy parecido al de Lou Gramm), mientras que el segundo se ocupa de tocar el bajo y algunos teclados. No obstante, ambos se han dejado ayudar por una serie de solventes instrumentistas: Kyle Woodring a la batería, Butch Taylor a las guitarras y Jeff Battler a las teclas. Con lo cual imaginaos que maravilla, algo así como Journey pero con la voz de Lou Gramm... No obstante, Blanc Faces tiene enorme personalidad y sobre todo una calidad fuera de toda duda. El álbum está producido además de maravilla por Dennis Ward (Pink Cream 69); que sin duda se está convirtiendo en el productor de moda, tras la magnífica labor realizada también en el debut de Place Vendome. En el CD se van alternando los temas claramente rockeros, entre los que destacaría “Here's To You” (puro Survivor), “Turn This World Around” (lo mejor del tándem Journey/Foreigner), “Beneath This Heart” (con estribillo muy Heart) y “Sorry For The Heartache” (festivalera a tope); y de los cortes a medio-tiempo, verdadera especialidad de los hermanos La Blanc, sobresalen “We'll Make The Best Of It”, “Edge of The World” (con cierto aire a Foreigner y un punteo que parece propiedad de Neal Schon) y la sensacional “We Will Rise” (magníficos coros). Quizá la única pega que posea este fenomenal redondo sea la de dar demasiado énfasis a los teclados en lugar de a las guitarras, algo que se nota sobre todo hacia la mitad del minutaje. Por lo demás, este trabajo responde ampliamente a las expectativas generadas, convirtiéndose de inmediato en uno de mis discos de cabecera. Una gozada de álbum, de lo mejorcito que se ha publicado en este año en cuanto al rock melódico. Así que ya sabéis...
Rafa Carrillo

19 octubre 2005

KARO "Heavy Birthday" (Reedición)

(MTM Classix / Goi Music)

En una nueva “Operación Rescate”, MTM Classix vuelven a sorprendernos con lo que fue una de las primeras bandas del vocalista Dan Lucas (conocido entonces por su verdadero nombre, Lutz Salzwedel), hablo de los ya desaparecidos Karo. El único trabajo de esta banda germana se editó originalmente en el año 1988, y la verdad sea dicha, resultaba hoy en día imposible de conseguir. Además, a esta nueva reedición se le han añadido dos bonus track; que a decir verdad bien poco aportan, ya que son dos versiones distintas (una de este año 2005 y otra en acústico) del tema que abría el álbum, el fantástico “I Wanna Be Loved”. La formación quedaba completada por Erich Holstein a la guitarra; Dieter Seeburg al bajo; Ronald Bosien a la batería; y el teclista Karo Straub, encargado además de dar nombre al grupo. Con una clara inspiración en bandas como Zeno, Refugee o Craaft (esto es, buen hard rock melódico repleto de pomposos teclados), este "Heavy Birthday" posee buenos cortes como el ya mencionado “I Wanna Be Loved”, o las contundentes “One Of A Kind” y “Ball Of Fire”. El resto de temas también rayan a buen nivel, aunque sin la inmediatez de los anteriores. Lo dicho, si te gusta el rock melódico alemán, este disco puede ser una gran alegría para tus oídos. Recomendado.
Rafa Carrillo

DEEP PURPLE "Rapture Of The Deep"

(Eagle Records)
Nuevo disco de Deep Purple... y más de lo mismo. Hace ya tiempo que los Párpel se repiten más que el alioli, publicando las mismas canciones con distintos títulos. Pero... ¿y qué otra cosa quieren los fans? Pues eso, que su grupo cambie lo menos posible y que los nuevos temas se parezcan a los ya escuchados. Esto viene pasando sobre todo desde que Steve Morse se unió al grupo, lo cual no llego a entender muy bien, ya que Morse es uno de los mejores y originales guitarristas existentes a nivel mundial. Pero quizá todo esto sea hecho adrede... Por cierto, el otro “nuevo” es Don Airey, veteranísimo teclista que graba por fin su primer álbum en estudio con la banda, pero que llevaba acompañando al grupo en directo desde hace ya unos años. Este "Rapture Of The Deep" se abre con una poderosa intro de órgano Hammond a cargo del susodicho Airey; que da paso al primer tema del álbum, “Money Talks”, con muchos y mareantes cambios de ritmo, pero muy soso en su conjunto. Le sigue “Girls Like That”, que resulta de lo más salvable del disco, con un fantástico comienzo y unos estribillos de los más pegadizos. “Wrong Man” es lo más aburrido que he escuchado en mucho tiempo; mientras que el tema-título-del-álbum lleva unos interesantes aires morunos, que lo acerca incluso al maravilloso “Perfect Strangers”. Le toca el turno a la balada, “Clearly Quite Absurd”, muy hermosa pero de gran parecido a “Haunted”, de su anterior obra "Bananas". Tras la animada y fresca “Don't Let Go”, llegamos a “Back To Back”, rockera y marchosa, con un solo de teclas muy Yes. “Kiss Tomorrow Goodbye” recuerda mucho (quizá demasiado) a otros clásicos de la banda, pero por desgracia a partir de aquí entramos en picado en el tedio y el sopor... Y es que los tres temas siguientes (“MTV”, “Junkyard Blues” y “Before Time Began”) directamente son para finalizar el disco, esto es para no ponerlos. Con lo cual, un disco más de Deep Purple y que sin duda no marcará un antes y un después en la historia del grupo... ¿Una excusa más para salir de gira?
Rafa Carrillo

17 octubre 2005

DREAM THEATER "Octavarium"

(Atlantic Records)

Los fans de DT pueden sentirse más que satisfechos con su grupo. No creo que exista otra banda que ofrezca tanta fiabilidad, tanta garantía de calidad, en sus lanzamientos. Hoy por hoy, puedes ir tranquilamente a comprar lo nuevo de la banda sin haberlo escuchado, pero con la seguridad de que no te va a defraudar. Este increíble equipo de virtuosos parece no tener ningún techo y, cada nuevo lanzamiento es un paso adelante en el camino de la constante evolución compositiva, así como de la experimentación de sonidos y formas de interpretación. Son capaces de rendir tributo a todas sus influencias sin caer por ello en la copia. Lo hacen en cada disco, en cada nueva canción, con Metallica, Judas, Maiden o Asia. Desde que iniciaran su andadura a finales de los ochenta, con sonidos hardroqueros y muy melódicos, hasta hoy en día, ha sido una constante búsqueda de nuevas identidades respetando su inimitable personalidad. Si escuchas su obra más aplaudida, “Images and Words”, y a continuación te pones “Octavarium”, vas a comprobar como se puede mejorar lo inmejorable, pero sin sobrepasarlo. No hay duda, este octavo disco en estudio de la banda es el mejor de toda su carrera, pero... je, je, je... también lo es “Images and Words”. "Octavarium" contiene ocho cortes que son ocho obras maestras. Auténticas piezas únicas que contienen tal variedad de sonidos, que disfrutarán tanto los amantes de los sonidos más duros, como los que se inclinan por los más melódicos. Igualmente pueden disfrutar aquellos a quienes les va más el sonido s. XXI, porque para todos hay una rica porción del pastel. El CD se abre con “The Root of all Evil”. Épica introducción que se inicia con Jordan Rudess y sus atrevidos sonidos electrónicos, al que se añade segundos más tarde la potente pegada de Mr. Portnoy, a continuación experimentales sonidos de la guitarra de Petrucci, y sin darte cuenta estás disfrutando con uno de los cortes más modernos del trabajo. Ocho minutos y medio en los que les da tiempo a mostrarte todo de lo que son capaces. John Myung forma con Portnoy un tándem envidiablemente único. “The Answer Lies Lithin” es una tremenda balada que te lleva de un comienzo suave y romántico hasta momentos de intensa emoción. Fantástico James Labrie a la voz, así como el piano de Rudess, marcándose ambos unas melodías repletas de feelin’.Continuamos con “These Walls” y un demoledor riff inicial de guitarra, sucio pero enérgico, que no te hace sospechar que a los treinta segundos el tema va a ser un suave medio tiempo en el que la rudeza y la dulzura se entremezclarán permitiéndote disfrutar de los mágicos teclados de Rudess, ó el increíble virtuosismo de Portnoy. “I Walk Beside You”está unido al anterior por un sonido de reloj, a modo de continuación. Los suaves sonidos de la guitarra, así como las épicas ambientaciones de teclado, nos traen claras reminiscencias de U2, sobre todo de aquellos míticos “War” ó “Joshua Tree”. Emotiva a la par que comercial, realmente pone la carne de gallina. Y qué se puede esperar de un tema que se titula “Panic Attack”... pues ni más ni menos que velocidad endiablada, y una fuerte dosis de dureza, filtrada a través de la ineludible calidad ejecutora de los intérpretes. Una vez más es imposible discernir quién es más ó menos protagonista, cuando los cinco parecen tocar desde el Olimpo. “Never Enough” se acerca a lo que fue el corte de apertura “The Root...”. En ocasiones muy próxima al sonido de la banda en “Scenes From a Memory”, Labrie sorprende con algunos momentos vocales especialmente brillantes. En el momento del espectacular solo de Petrucci, resulta difícil que la mente no se oriente, inconscientemente, hacia el espectacular batería. La otra balada del disco (más bien habría que decir tema pausado ó lento) se titula “Sacrificed Sons”. Diez minutos en los que la tensión contenida se va acumulando hasta que Myung rompe la línea argumental con su bajo, para meternos de lleno en el momento multi-solista en el que todos se van pasando el testigo. El tema que da título al disco, “Octavarium”, sobrepasa los 25 min., y es el momento cumbre del disco, con una composición electro-sinfónica en la que, en formato de opera rock, se nos narra una historia de sentimientos y emociones. Sensaciones que te llevarán de la placidez más exquisita a explosiones de rabiosa libertad. En definitiva, cuatro geniales virtuosos y un excelente cantante, que han logrado alcanzar cotas de calidad difícilmente superables... No podrás escucharlo una sola vez...¡Simplemente perfecto!
Carlos Treviño Cobo

DESTRUCTION "Inventor Of Evil"

(AFM / Avispa)

Qué se puede decir de estos alemanes, banda pionera del Thrash Metal europeo, coetánea de los míticos Rage y Kreator (con los que llegaron a girar juntos... ¡quién hubiera podido estar allí!). Desde que en el ’84 editaran su primer trabajo llamado “Sentenced To Death”, no han dejado el duro camino de la música más cañera, ni la pasión por el contundente sonido de los ochenta. Con este “Inventor Of Evil” son ya doce los discos oficiales en estudio editados, con idas y venidas de sus componentes, algo de sangre nueva pero con unas consignas de identidad muy claras. La primera, su sonido bien amarrado al Speed Metal alemán de los primeros ’80. Segundo, esa sanguinaria mascota llamada “el carnicero” que ha permanecido fiel a la banda durante sus 22 años de portadas. Y tercero, y más importante, su guitarra Michael Siffringer, único miembro permanente a lo largo de toda su historia. Una dilatada carrera en la que la novedad fundamental es la mejora en las producciones, que les ha llevado ha sonar, en este 2005, como deberían haber sonado siempre. La tecnología actual ayuda, pero a las bandas de thrash metal les ha costado entender que sonar sucio adrede resulta absurdo. La colección de temas repasa todos los parámetros clásicos del estilo, con sonidos muy oscuros, poderosas distorsiones y máxima velocidad siempre que sea posible. “Soul Collector” es un buen ejemplo de temazo arquetípico de la banda, contundente y rápida a más no poder. El otro corte del single, “The Calm Before The Storm”, recoge esos tétricos sonidos eléctricos de peli de terror, que exacerban el espíritu y disparan la adrenalina. Lo mejor del disco es el comienzo y el final. “The Delliance Will Remain” destaca tanto por la velocidad como por la claridad con la que se puede seguir la carrera de notas. En “The Alliance of Hellhounedz” se exhibe el vocalista Schmier (miembro fundador, aunque se largara de la banda entre el ’89 y el ’99). Sorprende lo que se puede llegar a hacer con una garganta aparente rota. Su desgarradora voz muestra, tanto en este tema como en el resto del CD, tesituras insospechadas, a veces cercanas al mismísimo King Diamond. En definitiva, discazo para los amantes del metal extremo, y más aún si te va el rollo ochentero.
Carlos Treviño Cobo

PALLAS "The Dreams Of Men"

(Insideout / Mastertrax)

Llega a nuestras manos el flamante Nuevo trabajo de los progresivos escoceses Pallas. Una banda con un más que curioso pasado, y anécdotas que sorprenderán a más de uno. Como, por ejemplo, que comenzaron a funcionar como grupo en el año de 1974, bajo el nombre de Rainbow... pero cuando el todopoderoso Ritchie Blackmore decidió formar sus Rainbow, tuvieron que cambiar su nombre por el de Pallas. Por eso que el primer disco de Blackmore se editara bajo el nombre de Ritchie Blackmore’s Rainbow. Otra curiosidad... estos chicos, en la actualidad tan sinfónicamente modositos, comenzaron en los setenta practicando algo llamado punk sinfónico, y en sus actuaciones exhibían símbolos y atuendos neo-nazis. “Leer para creer”... Finalmente, con la entrada de Niall Mattewson, el camino musical de la banda se civilizó, orientándose hacia parámetros menos destructivos. Esto supuso la consecución de su debut discográfico, en forma de cassette en directo de edición limitada (mil copias) titulado “Arrive Alive”, allá por el ’80. Posteriormente editarían una cinta en estudio grabada antes del directo. En la actualidad la banda está formada por Euan Lowsson (vocalista), el mencionado Mattewson, Graeme Murray (único fundador superviviente) al bajo, Ron Brown (teclista) y Derek Forman en la batería. No han sido muy prolíficos en sus grabaciones, siguiendo la pauta de disco en estudio / disco en directo... nos encontraríamos ante su quinto álbum, aunque sus directos también han servido para la grabación de bastantes canciones que no encontrarás en las grabaciones en estudio. Así pues, noveno trabajo de una banda de Rock Progresivo con mayúsculas. Todos los músicos tienen su dosis de protagonismo, destacando sobre todo el impresionante trabajo del tándem rítmico Murray / Forman, que logran construir una sólida base sobre la que se sustenta la suculenta estructura musical. Esta potente energía que genera la base rítmica, está acolchada por unos coros que arropan fenomenalmente a Mr. Lowsson. Todo esto no se podría apreciar en toda su intensidad si no fuera por una producción excepcional que permite escuchar con absoluta claridad y en todo momento el saber hacer de los músicos. Medios tiempos como “Bringer of Dreams” ó “Warriors” (bonito riff de Mattewson), se ven intercalados con lentas como “Ghost Dancers” o “Northern Star”. En “Messiah”, otro medio tiempo, cobran especial protagonismo Murray y Forman, sin cuyo trabajo el tema podría resultar anodino. “Too Close to the Sun”, uno de los tres temas extralargos del disco, está rico, aunque parece un pelín falto de salsa. En “Mr. Wolfe” vuelve a lucirse Graeme Murray construyendo una línea melódica para su bajo que resulta fundamental para el buen término del trabajo. Los dos temas que cierran el CD son “Invincible”, de corte muy Asia, y “The Last Angel”, algo aburrido, pero que va creciendo hasta convertirse en una especie de himno épico con celestial coro femenino y teclados eclesiásticos. No está mal aunque a mí me deja con hambre.
Carlos Treviño Cobo

PENDRAGON "Believe"

(Bertus / Mastertrax)

Casi treinta años contemplan la singladura de esta peculiar banda británica, casi de culto, que tan solo ha sido capaz de editar seis trabajos en estudio, este es el séptimo, en toda su carrera. Eso si... otros seis discos en directo, dos mini LP’s y seis recopilaciones sirven para llenar estos años de música. Tan solo Nick Barrett sobrevive desde la fundación de la banda, allá por el ’77, siendo sus actuales acompañantes Clive Nolan (teclados), Funge Smith (percusión) y Peter Gee (bajista). Desde que la banda comenzara a ser conocida más allá de su ciudad, en el Reading Festival del ’83, y grabaran su primer disco oficial, el mini-LP “Fly High, Fall Far”, no han cejado en su pretensión de hacer del rock sinfónico su forma de vida. Los paralelismos con Genesis o Marillion son muy claros, aunque el inconfundible sello personal de Nick Barrett les hace únicos. La portada del disco es, por si sola, lo bastante sugerente como para que te preguntes qué sonidos contendrá en su interior. Un personaje desnudo, con todo el cuerpo tatuado hasta las rodillas, parece volar con los brazos en cruz sobre una especie de relieve de un caballo al trote. El hecho de no verle la cara te permite meterte inconscientemente en la piel del personaje, con lo que puedes sentir la misma libertad que parece sentir él. “Believe” es la intro que da título al disco, con sonidos a mitad de camino entre Floyd, J. M. Jarre y toques vocales femeninos Folk. Absolutamente ambiental, cumple a la perfección su labor de despertar tu atención sobre lo que pueda venir después. Tras “Believe”, una voz en off nos invita a salir a la pista de baile para movernos al ritmo de “No Place For The Innocent”, tema semi-acústico, pegadizo y muy agradable a la escucha debido sobre todo a unas guitarras acústicas que suavizan el potente riff que marca la línea melódica del tema. Nuevamente la voz femenina de “Believe”, esta vez más oriental, nos introduce en “The Wisdom Of Solomon”, con un emotivo comienzo coprotagonizado por Nolan y Barrett, que da paso a los floydianos ritmos acústicos de la guitarra. La alternancia con lo eléctrico es la línea argumental del corte, con elegantes melodías y increíbles arreglos orquestales del sobresaliente Chris Nolan. El tema más trabajado del CD se llama “The Wishing Well”, dura más de veinte minutos y está divido en cuatro capítulos. El primero de ellos, “For Your Journey”, recuerda bastante a Vangelis y su Blade Runner. Los teclados crean una ambientación épica, junto con una dulce voz femenina, mientras una voz en off nos introduce en la historia. “So By Sowest” es un acústico que va aumentando el volumen de las emociones. La tercera parte , “We Talked”, es la rabiosa explosión de libertad, muy acorde con la portada, en la que no puedes dejar de moverte. Los sonidos que Barrett crea con su guitarra son tan increíblemente originales como pegadizos. Con sus riffs nos tiene completamente en sus manos, y resulta imposible no sentirte parte de un cúmulo de sensaciones a las que te han guiado de forma tan fascinante, el cuerpo se mueve al ritmo de frenéticas melodías que, lejos del virtuosismo, transmiten la felicidad que da sentirse libre. Tras el orgasmo musical vivido, “Two Roads” (el epílogo de “The Wishing Well”) es un medio tiempo, con influencias de Marillion, en el que todas las sensaciones se acumulan en un solo pensamiento... volver a sentir. Aun quedan dos cortes más, “Learning Curve”, que nuevamente nos trae los añorados sonidos de los mejores discos de Pink Floyd y “The Edge Of The World” (una lenta de ocho minutos), que quizás no sea la elección más apropiada para terminar el disco. Y esto lo digo sin restarle ni un ápice de calidad al tema, en el que una vez más las melodías de Barrett y las ambientaciones de Nolan te sumergen en su especial mundo de sensaciones.
Carlos Treviño Cobo

HEARTLAND "Move On"

(Escape Music / Goi Music)

Tras los monumentales trabajos de Blanc Faces, Place Vendome o Gotthard, llega lo que para mí supone el mejor disco de este 2005. La genial banda inglesa liderada por el vocalista Chris Ousey (ex Virginia Wolf y Monroe), lanza al mercado un CD que combina el mejor hard rock posible hoy en día, junto a unas melodías de gran calado, que hacen de este “Move On” un álbum absolutamente imprescindible para cualquier fan del rock melódico. Aparte de la excelsa labor que desarrolla Ousey a las voces, no quisiera pasar por alto el grandísimo trabajo realizado por el veterano guitarrista Paul Morris (Export, Ian Gillan), que al alimón han completado doce temas deslumbrantes por su derroche de calidad. “Move On” se abre con la veloz y melódica “Hard Hearted Man”, con unos grandiosos coros. “City Of Lights” continúa la buena racha, en la que destaca el buen hacer de Morris, impartiendo una demostración de guitarreo fino y elegante. La siguiente, “Take Me Alive”, posiblemente sea el corte más raro de todo el álbum, con un ritmo extraño y cierto parecido a los añorados Mr. Big, sobre todo en la particular voz de Ousey. “How Was I To Know” es la balada del disco, con un feeling y unos corazos que tiran de espaldas. Pasamos a la hard rockera “I'm Getting Ready”, con un rollo muy Thunder; y después al delicioso medio-tiempo “Hell Or High Water”, de cálidos tintes soul. “Too Sad To Cry” es un excelente temazo, muy comercial y rebosante de calidad, un lujazo para los oídos. A la que le sigue la rockera “Remember Me?”, de nuevo con unos estribillos de escándalo. Nos topamos así con la hermosa instrumental “Redemption”, en la que Morris vuelve a lucirse; y “Where Do We Go From Here?”, que es sin duda lo mejor del álbum (y mira que eso es complicado...). Sensacional estribillo y enormes dosis de melodía... una maravilla de canción. Vamos llegando al final con el “One Fine Day”, un medio-tiempo acústico que me recuerda mucho al primer y genial disco de los también británicos Skin. Y ya para cerrar el CD “Rotate”, también con mucha herencia de Mr. Big. Sinceramente, un disco que se merece los 15€ que pagues por él, ya que te encuentras ante uno de los mejores álbumes de hard melódico de estos últimos tiempos. Acierto pleno y absoluto.
Rafa Carrillo

11 octubre 2005

TNT "All The Way To The Sun"

(MTM / Goi Music)

TNT regresa por la puerta grande con un disco realmente bueno y que, sin ánimo de restarle méritos, podría entenderse como una fácil prolongación de ”My Religion”, su anterior y aclamado trabajo. Y es que si me dijesen que los temas de ambos álbumes fueron registrados durante las mismas sesiones de grabación, me lo creería sin dudarlo un solo momento... Ya en formación de trío debido a la huida de su bajista Morty Black, la banda noruego-americana queda configurada por Tony Harnell a la voz, Ronnie Le Tekro a la guitarra y el forzudo Diesel Dahl a los tambores. El CD se abre con una directa aunque algo espesa “A Fix”, la cual deja paso a la magnífica “Too Late”. Excelente tema, muy melódico y con unas guitarras de aúpa. Le sigue la no menos comercial “Driving”, un delicioso medio-tiempo de explosivo estribillo. Tras estos dos cañonazos musicales, llega una cansina “Me And I”, de clara estructura Beatles. En este punto aparece “Sometimes”, primer single y con razón, ya que resulta muy accesible y contiene además un punteo de antología. Atravesamos el ecuador encontrando el corte que da título al álbum, con un esquema clavadito a “My Religion”, esto es Hard Rock épico de alta calidad. La segunda mitad se abre con “What A Wonderful World”, una extraña y controvertida versión de Louis Armstrong, en la que Harnell se sale y los arreglos están más que currados. Tras la sorpresita, el aburrido medio-tiempo “The Letter”. El cual prologa una sutil y exquisita “Mastic Pines”, minimalista instrumental a cargo de Le Tekro. Vamos finalizando con “Black Butterfly”, dotada de un agresivo riff, y la comercial “Save Your Love” (que perfectamente podría ser el segundo single). Cierra el trabajo una maravilla titulada “Read To Fly”, muy a lo “Give Me A Sign”, y con un intrigante comienzo digno de todo elogio. La valoración global que podría hacer de este “All The Way To The Sun” es la de encontrarnos ante una gran obra, pero que quizá carece de aquel elemento sorpresa que nos brindaron en ”My Religion”. Y es que si algo funciona para qué cambiarlo han debido pensar...
Rafa Carrillo

ASTRAL DOORS "Raiders Of The Ark"

(Locomotive)

En poco tiempo, Astral Doors se han ganado el cariño y el respeto de los seguidores del hard rock y del heavy metal clásico; ¿su secreto?: aromas al “Mob Rules” de Black Sabbath o al “Holy Diver” de Dio como ejemplos. Sus dos primeros y únicos trabajos hasta la fecha (“Of the son and the Father” y “Evil is Forever”) sorprendieron y gustaron a todos. Después de giras intensas y de tocar en los grandes festivales (Wacken, Sweden Rock, etc.) amenazan con publicar su nuevo trabajo, titulado “Astralism”, y nada mejor que adelantarse con un mini cd donde lanzan el primer single del disco, "Raiders of the Ark", además de cuatro temas inéditos o de ediciones japonesas no publicados en Europa, acompañado todo ello de un video clip. Básicamente, Astral Doors siguen fieles a su estilo. Voz y timbre clónicos a Dío (y no es nada fácil), poderosos e intensos riffs de guitarra, excelentes coros y órgano hammond de fondo. Vamos, el metal clásico que a todos nos enamoró a mediados de los 80. Por temas, pegadizo y directo el single, y excelentes "Easy Rider" (totalmente inédito), "Another Day in Hell" y "Moonstruck Woman", publicadas sólo en Japón (¡qué suerte tienen los nipones!). El videoclip, de "Time to Rock", es muy poderoso y demuestra como son, directos y sin florituras, Astral Doors. De verdad, de lo mejorcito en cuanto a grupos relativamente noveles de la escena metálica. Cruza la puerta. No te defraudarán.
Jesús “Nono” García

ENEMIES SWE "Behind Enemy Lines"

(Locomotive)

Dicen que este grupo sueco, llamado Enemies Sweden, nació marginado dentro de un agujero, de un puto búnker. No sé si será o no cierto, pero tocan con una rabia y la fiereza que lo confirma. Hazte una idea: mete en una coctelera el rock underground de Los Ramones, el garajero de los Pixies, lo macarra de Motley Crue y el espíritu de AC/DC. Puede que sea demasiado, pero algunos temas suenan demoledores. El corte “Enemy” te sacude la cabeza, te come las neuronas. Se definen como un grupo de glam rock macarra, su actitud y su música lo confirman. La voz suena áspera pero no rascona, los coros acompañan y las guitarras están muy pero que muy bien metidas. Es un rock de actitud, de pelotas, de marcada tradición “Kiss My Ass” (bésame el culo). De verdad, ya quisieran sonar los actuales LA Guns o Bridges of Destruction como estos suecos. Este “Behind Enemy Lines” tiene cortes sobresalientes. Desde la canción que lo abre “Powertrain” (todo un trallazo), a “Enemy” (no me la quito de la cabeza), pasando por la crudísima “Hell Or Hell” o la irreverente “Superstar”. Suena a los 80, con el descaro, la juventud y las ganas de un quinteto que quiere comerse el mundo el rock. No busques baladas, ni siquiera medio tiempos. Mira por otro lado. ¿Quién dijo que los suecos eran fríos o tranquilos?.
Jesús ”Nono” García

ALIEN "Dark Eyes"

(Frontiers / Mastertrax)

Aún recordamos con nostalgia aquel disco maravilloso que vio nacer a Alien como grupo de rock, con título homónimo, allá por 1988, Resultó un disco inmejorable, paradigma de rock melódico, y con él alcanzaron la gloria. Trabajos posteriores no llegaron tan alto, pero siempre dejaron poso de calidad, y descubrieron sobre todo a un cantante soberbio como es Jim Jidhed. De nuevo bajo el mecenazgo del sello melódico Frontiers, Alien vuelve al escaparate musical. Como siempre, te preguntas si les dará por un rollo moderno, oscuro y extraño como otros (Stryper, Europe o King Kobra), o volverán por sus orígenes. Cuándo escuché la primera canción, la deliciosa y pegadiza "Dark Eyes", me quedé encantando. Señores del A.O.R., Alien han vuelto en estado de gracia, a su música de siempre. La voz de Jim Jidhed está pletórica, como la guitarra y las composiciones del otro pilar del grupo, Tony Borg. Además, marcado protagonismo para los teclados de Mats Sandborgh. Los coros son impresionantes (femeninos sobre todo), y arropan todos los temas del disco. Dentro del buen tono general del disco, te recomiendo varios cortes que son una verdadera delicia: “Dark Eyes” (single del disco, soberbia); “Oh Sarah” (precioso medio tiempo, lleno de registros vocales); “Fallen Eagle” (mar de teclados); “Letal Woman” (otro hit single) y la canción que lo cierra, dedicada a una mujer llamada “Sherylee” (hacía tiempo que las baladas se me hacían pesadas e incluso empalagosas, he vuelto a engancharme, qué preciosa!). Grandísimo retorno de Alien, como en sus mejores tiempos.
Jesús “Nono” García

JADED HEART "Helluva Time"

(Frontiers / Mastertrax)

Cuando conocimos la marcha del vocalista de siempre, Michael Bormann, todos pensamos cómo afectaría esto al grupo, qué pasaría con Jaded Heart. La verdad que los alemanes siempre nos gustaron con su hard rock melódico, intenso y guitarrero al mismo tiempo. Pues bien, han encontrado un sustituto estupendo en la figura de Johan Fahlberg (ex Scudeiro), incluso diría que ofrece nuevos y más variados registros vocales, quizás el Sr.Bormann, aunque reconozco que es un buen frontman, ya resultaba un poco plano. Para mí, este "Helluva Time" está por derecho entre los mejores, si no el mejor, de los discos de Jaded Heart. A veces se necesita un punto de ruptura, de crisis, para mejorar, para superarse, y esto lo han conseguido los alemanes. Canciones armónicas, llenas de melodía y sólida música, para un trabajo sobresaliente. Las guitarras suenan rotundas, los teclados también, todo en su sitio. Escucha "Tomorrow Comes" (riff demoledor, cambios de ritmo) o "Hole In My Heart" y sabrás lo que te digo. Mención aparte para la versión que realizan del clásico de la cantante americana Anastasia "Paid My Dues" (enorme, la llenan de matices y la mejoran con arreglos y guitarras soberbios). La salud musical de Jaded Heart está por las nubes. Ojalá peguen el pelotazo que necesitan con este "Helluva Time", para convertirse por fín en grupo insignia del hard rock melódico, cosa que merecen desde hace tiempo. De momento, gira compartida con Helloween, para abrise al gran público y visita por Madrid. No te los pierdas.
Jesús “Nono” García

04 octubre 2005

GRAND MAGUS "Wolf’s Return"

(Rise Above)

En estos días se publica el esperado nuevo trabajo de Grand Magus, llamados a ser los sucesores de los mismísimos Black Sabbath. Y es que como vikingos surgidos de los fríos parajes nórdicos, este trío de metaleros suecos desgrana un heavy metal de claras influencias setenteras (Mountain, Iron Butterfly, Deep Purple); tapizado por la gloria de unos Slayer, o unos embrutecidos Soundgarden. En contraste con sus dos primeros trabajos ("Grand Magus" en 2001 y "Monument" en 2003), este disco resulta más metalero y menos doom que los anteriores. A destacar temas como la machacona “Kingslayer”, la deslumbrante “Blood Oath” (puro Judas Priest del "Stained Class"), la intrigante y atmosférica instrumental “Järnbörd”, o la épica “Ashes”. La banda la configuran el guitarrista y cantante J.B. Christoffersson, antiguo miembro de Spiritual Beggars, Foxy al bajo y Trisse a los tambores. Potentes riffs, oscuras y gruesas instrumentaciones, cazallera y poderosa voz, y sobre todo una actitud propia de los mejores tiempos de Venom, hacen que Grand Magus sea una de las bandas mejor consideradas dentro del panorama heavy actual (a nivel mundial). En resumen, una formación verdaderamente interesante y a la que no habrá que perderle la pista en el futuro. Recomendado.
Rafa Carrillo

01 octubre 2005

KING’S X "Orge Tones"

(Inside Out / Mastertrax)

Corría el año 1992, cuando gracias a su álbum homónimo descubrí al original, peculiar y personal trío de Texas. A pesar del tiempo transcurrido, inamovible en cuanto a formación que continúa configurada por Doug Pinnick (bajo y voz), Jerry Gaskill (batería) y TY Tabor (guitarra). Su patrón y línea musical permanece desde entonces absolutamente íntegra con su filosofía de entender y fabricar su música, simplemente rock, difícil de catalogar o de colocar superfluas etiquetas. King’s X siempre han estado ahí, sabiendo aguantar y capear las vicisitudes de la industria, sabiendo estar por encima de las modas y corrientes efímeras, y eso es precisamente, aparte de por su innegable calidad, lo que más respeto y valoro de ellos. “Orge Tones” es su nueva propuesta en la cual se desenvuelven en su habitual territorio como pez en el agua, moldeando densas espirales sonoras donde las voces cobran especial protagonismo y la versatilidad dentro de su complejo organigrama vuelve a estar presente. Los pasajes relajados y acústicos de “Honestly”, chocan frontalmente sin desencajar su entramado con la poderosa “Alone”, la destreza empleada en “Stay”, contrasta con “Hurricane” más básica y con claro regusto a los Beatles, clara devoción del grupo; mientras que la candidez de “Get Away” se abraza a la dulzura de “Mudd”, y así sucesivamente. King’s X continúan de esta forma su ya dilatada trayectoria, aunque desgraciadamente sigan siendo un talento incomprendido para las grandes masas, y se muestren como una banda de culto... y una gran banda.
José Mora

TRIBUZY “Execution”

(Arise Records)

Valiosa demostración, y sabia lección de heavy metal a la antigua usanza actualizado a los tiempos corrientes es básica y principalmente lo que ofrece este más que atractivo trabajo de Renato Tribuzy. El joven vocalista, compositor y productor brasileño, ha visto cumplidos sus sueños de adolescente. Comenzó su trayectoria musical en un grupo de versiones de Iron Maiden, y tras su paso por formaciones como Horrow y Thoten, fraguó una férrea amistad con su paisano y guitarrista de Angra Kiko Loureiro, músico que le ha asesorado y orientado, además de apoyado en esta estupenda entrega. A través de una acertada y afortunada gestión, Tribuzy ha conseguido rodearse de muchos de sus viejos ídolos, convirtiéndose estos últimos en el principal reclamo del álbum, por el pedigrí que poseen. Encontrarte en el mismo disco acertadas colaboraciones de Bruce Dickinson en la excelente y poderosa “Beast In The Light”, del recuperado para la escena Michael Kiske en la envolvente “Absolution”, la templanza, fuerza, y calidad de Roland Grapow, en el propio “Absolution” y “Web Of Life”, la aguerrida personalidad de Matt Sinner o Ralph Scheepers en la propia versión de Sinner “Nature Of Evil”, o la fina y elegante involución de Loureiro en siete de los diez temas que integran la obra, es algo cuanto menos poco usual. Renato Tribuzy tras esta publicación tiene ante sí una oportunidad única de consolidarse dentro de la escena del metal internacional, tiene sobradas ideas, clase, talento, y sobre todo, mucho tiempo por delante.
José Mora