31 agosto 2005

PHILIP BARDOWELL "In The Cut"

(Frontiers / Mastertrax)

El nombre de Philip Bardowell por sí solo seguramente no os dirá nada en absoluto. Pero si lo asociamos con otros como los de Tommy Denander, Mark Spiro, Stan Bush o Jim Peterik la cosa ya empieza a sonarnos algo más. Está claro que junto a estas figuras la historia tenía que sonar a A.O.R. de calidad, sí o sí; y la verdad es que en algunas ocasiones lo consigue, pero tampoco es el disco inmenso que se podía esperar con estos protagonistas. La voz de Philip está bastante bien, sonando por momentos a Mark Free con el que tiene en común su participación en Unruly Child con los que grabó su tercer y último disco “URIII”, o más a un James Christian algo más rudo (también compartió trabajo con los House of Lords, Chuck Wright, Ken Mary y Lanny Cordola en los desaparecidos Magdalen). En cuanto a los músicos que acompañan a Bardowell la verdad es que ha tenido muy buen gusto, tirando de calidad escandinava en las personas del guitarrista y productor de la obra Tommy Denander y del batería Daniel Flores. Los temas, un total de diez, suenan a A.O.R. al más puro estilo Survivor, Stan Bush, o Signal, pero no llegan en casi ninguna ocasión a las cotas de calidad y emotividad de estos. Destacan, la inicial y optimista a lo Survivor “In The Cut”, la más onda Robin Beck “Too Late For Love” compuesta por Curt Cuomo, y “Heart Of A Hero” en la que la voz incluso recuerda al propio Stan Bush, compositor de la misma, al igual que de la balada “I Gotta Believe” que se queda en el aprobado raspado; aunque para balada buena y emotiva “It’s a Long Road” intensa con aire que recuerda a la época dorada del A.O.R. ochentero americano, y que está firmada por el líder de Axe, Bobby Barth. También resaltable “Through My Eyes” de la mano compositiva de Mark Spiro que recuerda algo a Signal, con un gran solo de guitarra de Denander, que también se encarga en el disco de los teclados y el bajo, y que destaca en la lenta “One Day In January”. El disco se cierra con dos composiciones de Jim Peterik (Pride Of Lions, Survivor), la más estándar “Dreamin’ With My Eyes Wide Open” que no aporta demasiado, y con una buena balada como “Voices Of The Heart”, de nuevo con un buen trabajo de guitarras y coros. Una vez más, otro disco de A.O.R. que intenta volver al brillo de antaño, con compositores de lujo, pero que no llega al nivel de los grandes del rock melódico, aunque desde luego supera la media de lo que ha aparecido últimamente en este tipo de reuniones al rescate de nombres olvidados o semi desconocidos.
Mariano Palomo

ROYAL HUNT "Paper Blood"

(Frontiers / Mastertrax)

La genialidad del teclista, multiinstrumentista, productor, y unas cuantas cosas más, André Andersen vuelve a estar al servicio de la buena música, acompañado por otros tres buenos elementos. Royal Hunt publican un nuevo trabajo, y como casi todos los que nos han ofrecido hasta la fecha, lleno de calidad, clase y fuerza. Quizá sus entregas inmediatamente anteriores, “Eyewitness”, “The Watchers”, “The Mission”, se quedaron un poco a medias y nos hacían mirar demasiado hacia atrás buscando la mayor energía de sus primeros discos, pero con este “Paper Blood” no hace falta buscar tan lejos. Vuelven a su mejor sonido, directo, elaborado y lleno de matices técnicos, algo realmente difícil de combinar. Encontramos pelotazos directos al rostro, como “Not My Kind” en la que recuperan esos coros entrecortados a golpes de voz que tanto utilizaron en discos como “Clown In The Mirror”, probablemente su mejor obra, y que siguen siendo efectivos y pegadizos cien por cien. La inicial “Break Your Chains” tampoco se queda atrás, con una poderosa intro que nos lleva hasta un tema lleno de fuerza. “Never Give Up” es otro típico corte Royal Hunt, más melódico pero igual de intenso, con la voz de John West en una de sus mejores interpretaciones junto con el medio tiempo “Season’s Change” en la que rebosa sentimiento. Aunque en este disco en general encuentro a West algo menos brillante y protagonista que otras ocasiones. En “Kiss Of Faith” me recuerdan a sus compatriotas Fate, también de las más melódicas, pero con un toque muy original que hace que sea de las que más me han gustado. La más floja y monótona “Seven Days” y el tema título “Paper Blood” son de lo más cañero y oscuro del disco, desbordando esta última fuerza y energía, pero apoyándose en una estructura muy melódica a base de coros pomposos y teclados omnipresentes. Claro que lo de los teclados no debe extrañar a nadie, más aun cuando incluyen nada menos que tres brillantes piezas instrumentales que en ningún caso bajan de cuatro minutos, y en las que Andersen da todo un clinic de teclados, sobre todo en “Memory Lane”, bien secundado por el batería reintegrado a la formación, Keneth Olsen, y sobre todo por el guitarrista Marcus Jidell con el que comparte buenos duelos a lo largo del trabajo. De este último me quedo con lo que hace junto al teclista en “SK 983”, parece mentira que este tema haya sido escrito en una servilleta de papel de un avión durante un vuelo a Japón (ver entrevista), y en la extensa “Twice Around The World”, llena de matices y cambios de ritmo y en la que brillan todos por igual. Pronto les tendremos por aquí y podremos ver como llevan este buen disco al directo, esperemos que tan bien como se última visita en el 2002 junto a Pretty Maids, si así fuera estaríamos ante uno de los conciertos del año, sin duda.
Mariano Palomo

26 agosto 2005

POWERGOD "Long Live The Loud - That’s Metal Lesson 2"

(Massacre)

Estos tres recios alemanes siguen empeñados en dar clases de metal a base de rescatar grupos de heavy metal ochentero no excesivamente conocidos ni exitosos, salvo honrosas excepciones. Este segundo volumen de las lecciones de metal de Powergod es un compendio de temas y bandas que harán las delicias de cualquier fan de las tachas y los cinturones de balas, moviéndose entre el heavy metal más cañero y básico y el thrash metal más asequible. Nombres de grupos semi underground como los de Exciter, Abbattoir, Raven, Hirax, D.R.I., Anvil, Hellion, Omen o Tank, forman parte de este disco, junto con otros de más relieve y reconocimiento como los de Wendy O. Williams, Destruction o Loudness. Algunos temas han supuesto un auténtico descubrimiento, al menos para mí, como las más rockera “Mind Over Metal” de Raven en la que interviene el propio vocalista de la banda John Gallagher, o “Rocking Through The Night” de los absolutamente desconocidos para mí Rosy Vista con un tema que me suena mucho a los primeros Queensryche en el que participan el vocalista y guitarrista del grupo. Menos positiva ha sido la sorpresa con las versiones de Hirax y D.R.I., dos bandas que conocía de oídas y que me parece o que no han las han hecho muy bien o que los temas son bastante flojos dentro de lo borricos que son. Bastante dignas han quedado las más conocidas “Ready To Rock” de Wendy O. Williams, “Long Live The Loud” los canadienses Exciter y “Deathrider” de Omen. Más normalitas “Better Off Dead” de Hellion, “Total Disaster” de Destruction con la participación de su vocalista Schmier y “Cutt Your Heart Out” de Rough Cutt, evidentemente no está Paul Shortino a la voz. La que cierra, “The War Drags Ever On” de Tank suena bastante bien y cuenta con la colaboración del vocalista de Sodom Tom Angelripper, pero sus ocho minutos de duración son excesivos. Dejo para el final la mejor de todas, más por la original que por la versión que hacen Powergod; hablo de “Heavy Chains” de Loudness, un auténtico temazo en el que además cuentan con la voz original del japonés Minoru Niahara por partida doble, en parte acompañando a President Evil, vocalista de Powergod en el corte regular del disco, y tomando las riendas absolutamente en la faceta vocal dentro del bonus track, con el guitarrista de los germanos Riff Randall. Seguramente en ninguno de los dos casos no es la mejor versión posible que se podría hacer del tema de los japoneses, pero es bastante digna y siempre es una alegría volver a escucharlas. Así que, ya sabéis, si todavía conserváis el cinturón de balas, los elásticos y las camisetas sin mangas llenas de agujeros este es vuestro disco.
Mariano Palomo

L.A. GUNS "Tales From The Strip"

(Mascot / Mastertrax)

Otros que parecen querer seguir dando guerra a pesar del paso del tiempo y de las continuas idas y venidas en su seno son los californianos L.A. Guns. Y la verdad es que con este disco no creo que consigan llamar demasiado la atención. Nunca fueron una banda de virtuosos, pero sacaron dos o tres discos iniciales bastante interesantes, lo malo es que actualmente ya no esta con ellos el individuo que más nivel tenía que era el guitarrista Traci Gun y se nota una barbaridad. Los que quedan del principio, el vocalista Phil Lewis y el batería Steve Riley, junto con el bajista Adam Hamilton y el guitarrista Stacy Blades, han tirado por la vía más sencilla y garagera del rock angelino, acercándose en algunos casos más al punk rock y dejando la onda más hard rockera que mostraban en algunas de sus composiciones primerizas. Quizá sea el momento, quizá sea la moda, quizá es que no dan más de sí, pero el caso es que apenas se pueden rescatar tres o cuatro temas de los catorce que componen el disco. “Gypsy Soul”, “Rox Baby Girl” y “Shame” que recuerdan vagamente al sonido de su primer disco más cercano al glam; además de la balada “Vampire” que está bastante bien llevada, nada moña y sí bastante intensa por el contrario. El resto aburrido, exento de clase y con alguna cosita medio decente, curiosamente en la más punkarra de todas que es “I Don’t Mean Nothing” con un poco de rollo a lo Sex Pistols, y en la instrumental “6.9 Earthshaker” en la que hacen lo que pueden. Una pena que un disco dedicado a Hollywood sea tan decadente, pero me temo que no es ni más ni menos que el reflejo de lo que se viene cociendo últimamente por lo que fue hace un tiempo una auténtica factoría de interesantes bandas y lanzamientos. Por desgracia parece que Beverly Hills y Sunset Boulevard han perdido su brillo y ya no son lo que eran (al menos musicalmente). Una lástima.
Mariano Palomo

17 agosto 2005

BAD MOON RISING "Full Moon Collection"

(Frontiers / Mastertrax)

Bajo este título de “Full Moon Collection” lo que nos encontramos al abrir el lujoso digipack que lo contiene, es nada más y nada menos que la discografía completa de esta banda, desconocida para muchos, y de culto para otros. La formación surge a principios de los 90 de las cenizas de los no menos míticos Lion, cuando dos de sus figuras principales, el vocalista Kal Swan y el guitarrista Doug Aldrich decidieron continuar su aventura bajo el nombre de Bad Moon Rising, junto al bajista Ian Mayo y al batería Jackie Ramos. En el apenas cinco años nos dejaron tres álbumes de bastante buena calidad, sobre todo los dos primeros, y un estillo que rezumaba sonidos a lo Whitesnake, Blue Murder por los cuatro costados. Esto es lo que podemos encontrar en esta acertada reedición que Frontiers pone ahora a nuestro alcance, con una cuidada presentación, y con el aliciente de añadido de nada menos que siete temas extras en total que no aparecieron en su momento en los discos oficiales. Todo esto ya hace atractivo de por sí el lanzamiento, pero como comentaba antes, para la gente que no conozca al grupo, sus dos primeros discos son de una calidad bastante notable, tanto el homónimo debut discográfico de la banda de 1991, como el siguiente “Blood” de 1993 merecen más atención de la que recibieron en su momento cuando las garras de esa peste llamada grunge atraparon al rock mundial y, o bien ocultó y cortó de raíz la carrera de buenas bandas de hard rock, o bien las desvió del camino recto para infectarles con su ruido infumable (salvo contadísimas excepciones). Algo de esto último fue lo que en parte les sucedió a los que nos ocupan en su tercer y último trabajo “Opium For The Masses” de 1995, mucho más oscuro y pobre en cuanto a calidad musical que los anteriores, aunque un tiene algún tema más dinámico y salvable como las rápidas “Believe” y “Godforsaken”, la acústica “Free” o la medio balada “Summer Rain”. El resto, tres temas extras incluidos, es bastante pobre, se notaba en exceso que Pearl Jam y Soundgarden estaban vendiendo como rosquillas en esa época. Así que de este tercer disco vamos a olvidarnos de momento y vamos a centrarnos en los dos primeros que si merecen mucho la pena. Prácticamente podíamos comentar en conjunto los dos discos, ya que la onda que llevan es similar y no hay diferencias notables entre uno y otro, pero para centrarnos vamos a empezar por el primero, “Bad Moon Rising”. Es este un trabajo que en sus diez cortes recoge las influencias del hard rock, con cierto toque blues de las bandas antes mencionadas, Blue Murder y sobre todo Whitesnake, con algo de Thin Lizzy (vaya, a Doug Aldrich al final le va a gustar John Sykes) pero con sonido actualizado para la época, bastante dinámico y contundente, y sobre todo con unas interesantes líneas vocales de Swan, que sin ser el mejor cantante del mundo si tiene un deje muy personal, algo parecido a lo que le ocurría a Ron Keel. Además para apoyarle en los coros, en este disco cuenta con la participación de gente de la talla de Robin McAuley (M.S.G., Grand Prix), Kelly Hansen (Hurricane, Perfect World) o James Christian (House of Lords) entre otros. Hablando de colaboraciones, no son estas las únicas, en la base rítmica están nada más y nada menos que la de House of Lords, Ken Mary a la batería y Chuck Wright al bajo, dando su toque en temas como “If Ain’t Dirty” o “Dark Side of Babylon” que recuerdan a la banda de Greg Giuffria. Otra colaboración de lujo es la de Michael Schenker en la acelerada “Built For Speed” en la que se hace notar a base de bien con su flying V, en un tema muy a lo Contaband. Hablar de más temas sería repetirnos en una serie de buenas composiciones, en las que me ha sorprendido la buena ejecutoria de Aldrich a la guitarra, un hacha que tenía olvidado y que no me ha dicho gran cosa las veces que le he visto en directo últimamente con Dio y con su actual banda Whitesnake. Por destacar alguna entre el resto de las no comentadas me quedo con “Sunset After Midnight” por su dinamismo y su buen estribillo. En cuanto a los temas extras de este primer disco, una de cal y una de arena. Una muy buena y poderosa en directo “One Night In Tokyo”, y la otra una paranoica y aburrida instrumental llena de guitarras chirriantes con el título de “Alter Ego”. “Blood” es la continuación del debut del grupo, y aportan un poco más de calidad sobre todo en lo que a producción se refiere, ya que la del primer disco no era excesivamente brillante, y en este ganan bastante en poderío. Vuelven a contar con Mary y Wright como invitados (¿qué pensarían los titulares de la banda Mayo y Ramos, no se sentirían algo menospreciados?), y con un teclista, Rick Seratte que ya les ayudó en anterior trabajo. Respetan el sonido creado en su predecesor, pero con algunos elementos acústicos y de ambientación de teclados más presentes, muy a lo Blue Murder, como en “Servants of the Sun” con ciertos aires orientales, o en las acústicas “Devil’s Son (While Our Children Cry)” y “Till The Morning Comes”, que recuerdan a “Valley of the Kings” de los mencionados Murder. Aunque para acústica, acústica, la buena balada “Remeber Me”. “Chains” es otra de las destacadas, con un ritmo más comercial y con buenas voces “coverdelanianas” a cargo de Swan. Más cañeras y directas son “Time Will Tell” y “Blood On The Streets” con uno de los mejores solos de Aldrich en su interior. En cuanto a los bonus en este caso el acierto es pleno con los dos temas añadidos, la enganchante y dinámica “Sweet Satisfaction” y la medio tiempo acústica más western “Can’t Wait Until Tomorrow” que es por lo menos tan buena como las otras del mismo palo que se incluían en la edición primigenia del disco (quizá les parecieron demasiadas acústicas para un solo disco en su momento). Con todo lo expuesto creo que es buen momento para recuperar los discos de Bad Moon Rising, y aunque el tercero sea bastante prescindible, por los dos primeros y por el buen formato que los adorna es interesante hacerse con ellos merece la pena, tanto si ya los tenías, como si aun no los conoces y te gustan las bandas referidas anteriormente.
Mariano Palomo

MR. ROOSTER "All Thtat Noise"

(Big Bang Music)

Por fin estos chicos de Barcelona han visto recompensado su esfuerzo de años y pueden presentarnos un más que digno trabajo de buen hard rock. Si bien, tras escuchar su fantástica demo de hace ya tres años y después de haber disfrutado de ellos en directo en un par de ocasiones, esperaba algo más de este “All That Noise”. Quizá los cambios en el seno del grupo, con la marcha de sus dos anteriores guitarristas, sustituidos por Jordi Alcazar, y la lógica evolución y experiencia del grupo a lo largo de este tiempo han derivado en un sonido más moderno, con bases más oscuras y menos brillantez en las melodías que les acercaban al A.O.R. del que parecen haberse alejado definitivamente. En cualquier caso no hay que asustarse, no es que hayan hecho un disco de black metal, ni de rock industrial ni nada de eso. Siguen teniendo una buena base, contundente y precisa, formada por Dudi Ibáñez a la batería y por J.R. Moreso “More” al bajo, un buen guitarrista como el mencionado Jordi, y sobre todo un gran frontman como Rafa Morata, que tiene influencias que van desde el rock más setentero, hasta registros más actuales y oscuros, con una voz personal y potente que destaca a lo largo del disco, salvo en algunas partes de la obviable “Shangri-La” en la que se ponen muy deprimentes con el ritmo cansino al más puro estilo de los insufribles Planetas. Por lo demás el disco es bastante completo, con su altibajos normales, pero en general con un nivel bueno. Empiezan fuertes con “Factory Boy” un corte pegadizo, con buen estribillo y con un sonido de guitarra interesante recordando a los escoceses Gun, al igual que sucede con “Stranger”, una de las cuatro incluidas en el disco que ya aparecían en su maqueta. Por el mismo camino va la directísima “Mind Your Own Bussiness” con un toque setentero de los teclados a cargo de Rafa Morata, y que es sin duda la mejor del trabajo, tanto en esta versión original en inglés como en su versión en castellano que aparece como bonus con el título de “Si Yo Te Contara” que ya nos hizo movernos a base de bien cuando les vimos en directo hace un par de años, de lo mejorcito en cuanto temas aparecidos en España últimamente. Más potente se pone la cosa con el tema que da nombre a la banda “Mr. Rooster”, con cierto aire Hendrix en las guitarras de Jodri dándole un poco más de pesadez, me gustaba más la que venía en la maqueta. Aunque para potentes “Fear” que a pesar de su ambiente lúgubre es una de las mejores del disco, muy poderosa en su desarrollo, y sobre todo “Martyr” que ya nos enganchó en directo y que es capaz de conseguir una buena simbiosis entre su contundencia (tanto musical como letrística) y su accesibilidad a base de estribillo machacón. Bajan el nivel con “Easy Come Easy Go”, demasiado pesada y poco atrayente, mejoran un poco con la melancólica balada “Scarred” en la que tiran bastante de acústica, y con “Time To Leave Time To Live” redondean el mejor medio tiempo del disco con un muy buen solo de guitarra de Jordi. En definitiva, una buena primera entrega de una banda que esperamos siga adelante y nos sorprenda pronto con un nuevo trabajo, seguro que mejor.
Mariano Palomo

16 agosto 2005

CRYSTAL BALL "Time Walker"

(Nuclear Blast / Mastertrax)

Desde que empezaron su andadura discográfica en 1999 con el brillante y melódico “In The Beginning”, los suizos Crystal Ball han ido endureciendo paulatinamente su sonido hasta el día de hoy con este su quinto lanzamiento “Time Walker” que supone un pequeño giro de tuerca más en su carrera. Pero que nadie se alarme, no ha sido un cambio radical y exagerado, siguen manteniendo muy buenas composiciones, con buenas voces y coros y con estribillos pegadizos en algunos casos, quizá menos que antes pero también aparecen en buena medida. Por esto y por el endurecimiento palpable en el sonido de guitarras han perdido un poco de inmediatez y frescura, pero mantienen un elevado nivel de calidad que es apreciable tras varias escuchas del trabajo. Se abre con “Digital World” un tema contundente de choque con el que consiguen llamar la atención de forma efectiva desde el principio y con el que seguramente hayan completado una de sus composiciones más cañeras con unos durísimos riffs de guitarra. “Tear Down The Wall” tiene un estribillo más coreable y recuerda a temas pretéritos de la formación; igual y en mayor medida ocurre con “Celebretaion” puro estribillo party de jarreo en cervecería alemana (bueno, en este caso suiza) pegadizo y contagioso a más no poder, el temazo del disco. Un poco menos directas, pero con una gran calidad son “He Came To Change The World” con más protagonismo para guitarra y teclados en segundo plano, y en la misma línea aunque algo más duras “Powerflight” y la más épica “Fallen From Grace”; más melódicas pero con la misma garra “Sensational” y la pseudo acústica “Talking To The Walls” que cierra el trabajo. Otra de las destacadas, la mejor para mí junto a “Celebration”, es “Mozart Symphony” que recuerda a la mágica “Gutter Ballet” de Savatage, con un riff muy similar y con ese toque de piano y orquestal de un tema que va creciendo sin pausa en sus casi cinco minutos de intensa demostración musical. Las más flojas del disco, la balada “Walk Through Time” que no llega romper, y la flojita “The Eye Of The Storm” en la que experimentan en demasía con sonidos bastante pesados sin mucho acierto. En conjunto un buen disco, que merece más de una y de dos escuchas para ser apreciado totalmente, y que sigue poniendo a Crystal Ball en el podio de las bandas suizas en la actualidad junto a Gotthard y a Shakra.
Mariano Palomo

VV.AA. "METAL MANIA: Stripped"

(Albert Productions / Mastertrax)

A finales de los ochenta y principios de los noventa se puso de moda hacer acústicos o unplugged en todos los estilos musicales, y el hard rock por supuesto no podía permanecer ajeno a esta tendencia. En aquellos años aparecieron muchos álbumes, con mayor o menor fortuna, de bandas de reconocido prestigio que por aquel entonces reinaban en las cadenas televisivas musicales con sus estandarizados vídeos (melenas cuidadas al viento, chica atormentada, nave abandonada, coche deportivo, tomas en blanco y negro, lluvia...). Una de estas televisiones por satélite, la VH1, ha tenido a bien recuperar algunas de aquellas grabaciones, junto con nuevas versiones acústicas de grandes temas de aquel entonces traídas de nuevo a la actualidad. Un total de seis son los cortes grabados para la ocasión, con buen resultado en general, aunque con algún que otro matiz. La primera que nos encontramos es “Sister Christian” de Night Ranger, una maravilla de balada que ha quedado muy bien con la voz de Kelly Keagy en un gran nivel bien acompañado por el resto de la banda. Cinderella aparecen de la mano de su vocalista Tom Keifer haciendo una versión bastante más floja que la original de un temazo como “Don’t Know What You’ve Got (Till It’s Gone)”, me resulta un poco vacía de contenido a pesar de tener algo de acompañamiento de cuerda, pero en ningún momento la voz de Keifer rompe con el apasionamiento de la grabación eléctrica aparecida en su “Long Cold Winter”. En “Ballad Of Jayne” de L.A. Guns se repite un poco la historia siendo la original muy superior a esta versión acústica, aunque el tema va creciendo en intensidad en su desarrollo y acaba cumpliendo bien. Mike Tramp hace una bastante fiel adaptación de “When The Children Cry” de White Lion únicamente con su voz y su acústica, al igual que sucede con “More Than Words Can Say” de Alias a cargo de Freddy Curci pero con un plus de calidad que hace que sea junto a la de Night Ranger la mejor de las nuevas incluidas en este recopilatorio. Se cierra el disco con “Save Your Love” de Great White grabada recientemente en Las Vegas y que queda un poco sosa instrumentalmente hablando, pero con la voz de Jack Russell llena de nostalgia y garra subiendo el nivel del tema. En cuanto a los cortes ya publicados, y en su mayoría ya escuchados anteriormente, me quedo con “Every Rose Has It’s Thorn” de Poison que suena impresionante desde el “MTV Unplugged” que grabaron Brett Michaels y sus colegas, al igual que Queensryche hicieron con su magistral “Silent Lucidity” que suena de muerte. Buen nivel mantienen también “When I Look Into Your Eyes” de Firehouse y “Fly To The Angels” de Slaughter, con muy buena voz en ambos casos y manteniendo una intensidad importante a nivel instrumental. Pero para voces bonitas y que llenan prácticamente por si solas como la de Kip Winger en la emotiva “Miles Away” y la de Gary Cherone y el resto de Extreme en la machacadísima “More Than Words” con el matiz de que en este caso el protagonismo corresponde exclusivamente al apartado vocal ya que el único instrumento que aparece en esta versión son las congas de Jessie Gonzalez, con un resultado final curioso incluso con algún detalle gospel, de las más interesantes. Menos sorprendentes y brillantes resultan para mi gusto las que completan el disco: “Winds Of Change” de los germanos Scorpions (único grupo no americano del recopilatorio) que ya apareció en su “Acustica” y que nunca me ha parecido una de las mejores baladas de Klaus Maine y compañía, y “I Saw Red” de Warrant que ha quedado bastante sosa y aburrida a pesar del buen trabajo vocal de Jani Lane. Dejo para el final y como favorita y destacada entre los quince temas de este “Stripped” la mágica “The Way It Is” de Tesla, sencillamente genial como ya pudimos comprobar en su momento en “Five Man Acoustical Jam” el disco que dio el pistoletazo de salida para la hemorragia de acústicos hard rockeros que comentaba al inicio y que en mi opinión aun no ha sido superado por ninguno de los aparecidos hasta la fecha. En resumen una buena colección de canciones, unas más logradas que otras, para escuchar relajadamente en casa, con luz tenue y en buena compañía, sin fijarse demasiado en la calidad musical de los temas, que la tiene y mucha en algunos casos.
Mariano Palomo

THE DICTATORS "Viva Dictators"

(Escapi Music / Avispa)

Uno de los grupos de culto de la escena garagera underground neoyorquina son este quinteto de ya dilatada trayectoria musical y que han sido considerados una especie de hermanos pequeños de los míticos y tristemente desaparecidos Ramones. Y escuchando este “Viva Dictators” este apelativo queda más que refrendado, con una entrega enérgica y llena de buenas voces y coros festivos acompañando a los buenos solos de guitarra del ex Manowar en su mejor época, Ross “The Boss” Funicello, una faceta en la que superan claramente a sus “ramonianos hermanos mayores”. La voz de su cantante Dick Manitoba (que coincidió con Ross en Manitoba’s Wild Kingdom), cumple bastante bien sin ser nada del otro mundo, menos agresiva y ruda de lo que pueda dar a entender su imagen de macarra del Bronx, apoyándose mucho en el acompañamiento coral de sus compañeros de andanzas rockeras, que, por otra parte, sacan adelante con solvencia su parte instrumental de trabajo. Pero no todo es puro y duro sonido Ramones y nada más, hay también guiños a sonidos más punks a lo Sex Pistols en algunas bases, e incluso algún que otro estribillo popero sesentero como el del tema extra que cierra el trabajo “Cars And Girls”. En cuanto a los temas la cosa arranca bastante bien, con sencillez y complicándose la vida lo justo, si a caso en los solos de guitarra de Ross The Boss y de Scott Kempner, y haciendo sobre todo en la primera mitad del trabajo un show que se adivina divertido y lleno de complicidad con su fiel público en temas tan fiesteros como la inicial “New York, New York” (nada que ver con la que hizo célebre Frank Sinatra), “Avenue A” con gran solo de guitarra, “Weekend”, “Pussy & Money” o “Who Will Save Rock & Roll” con buenos y contagiosos coros. En su segunda mitad el disco se pone un poco más espeso y menos dinámico, aunque tampoco es que pegue un bajón enorme. Un total de diecisiete cortes que completan una buena forma de conocer a una banda que siempre ha estado ahí, pero a la que hasta ahora no habíamos conocido de cerca.
Mariano Palomo

DARE "The Power Of Nature - Live In Munich"

(MTM / Goi Music)

Que Darren Wharton y sus Dare lo tienen muy complicado para volver a ser lo que fueron con sus dos primeros discos creo que es algo que esta fuera de toda duda. Aunque parecen querer recuperar algo de su magia de antaño en este su primer trabajo oficial en directo. El disco calidad tiene, y los temas aunque alejados de la onda más hard de los principios de la banda que es la que más me atrae, son bastante buenos. Lleva ya bastante tiempo el cantante y teclista británico centrándose en sonidos acústicos y celtas, más cercanos a Mike Olfield y similares que a otra cosa. Pero eso sí, manteniendo un muy buen nivel con su voz, una de las más personales y embaucadoras que ha dado el rock melódico de las islas. Esta es claramente su mejor arma y la que explota a lo largo de los once cortes que se recogen en este disco de su actuación en Munich. Con un buenísimo sonido y producción, y acompañado por su inseparable Richard Dews y por Andrew Moore a las guitarras, sobre todo presencia de las acústicas aunque algún solo eléctrico también se hace notar; completan la formación el teclista Marc Roberts y el batería Gavin Mart. ¿Y el bajista?, pues no hay bajista, como viene siendo habitual en la formación de Dare últimamente, por lo que tienen que darle mucha más cancha a los teclados para que el sonido no quede demasiado vacío, y la verdad es que pasan la prueba con buena nota. En cuanto al set está basado en su inicio en el último disco en estudio del grupo, “Beneath The Sining Water”, del que incluyen cuatro cortes, “Sea Of Roses”, “Storm Wind”, “Where Darkness Ends” y “Silent Hills”. Siguen con la magnífica “Someday” de “Calm Before The Storm” del año 98 con el que volvieron después de un largo periodo de silencio y que sube el nivel, al igual que “Silent Thunder” y “White Horses” de su penúltimo disco en estudio “Belief”. Pero los clásicos afortunadamente también tienen cabida y recuperan cuatro de los himnos de aquella maravilla llamada “Out Of The Silence” con la que debutaron a finales de los 80’s. El primero la enorme “Abandon” que les queda un poco sosilla, muy bien cantada por Wharton, pero algo floja en lo que a guitarras y coros se refiere. Otro corte en cuestión es “Into The Fire”, y en este sí se mantienen más fieles al original y suena realmente bien. Por cierto, “Abandon” ni si quiera aparece en el listado de temas en la contraportada de la promo, por lo que me llevé una grata sorpresa al escucharla y espero que en la edición que salga a la venta aparezca correctamente reflejada como merece, al igual que “Into The Fire” que aparece sólo como “The Fire”. Algo que también sucede con la entrañable “Return of the Heart” que rebautizan como “We Will Return”, y con “King Of Spades” que dedican al inigualable Phil Lynott con el título de “Song For a Friend (The King)”. En definitiva un buen disco, con buenos temas, muy buen sonido, y una voz que sigue siendo de las más importantes de la escena melódica europea. Esperemos que sigan enderezándose y que sigan recordando sus buenos tiempos de antaño. Ya sólo falta que lo plasmen en un disco en estudio más rockero y que se acuerden de “Blood From Stone” en directo.
Mariano Palomo

NORTHERN LIGHT "Northern Light"

(MTM / Goi Music)

Otro proyecto de un músico desconocido, que se rodea de grandes cantantes y que se marca un interesante trabajo de A.O.R. En este caso el protagonista de la obra es el guitarrista y compositor noruego Tor Talle, sin grupo anterior conocido y que hasta ahora se dedicaba a hacer bandas sonoras para series de TV, documentales y películas de internet. Y la verdad es que para ser su primer disco como tal el chico se marcado una docena de temas interesantes, no tanto por su labor como guitarrista en la mayoría de ellos, y sí más por la aportación vocal de sus ilustres invitados y por las composiciones del propio Tor que mantienen los cánones del A.O.R. más clásico y de buena calidad. En general el disco es bastante tranquilo, no rompe a rockero salvo algunas excepciones, y las voces de sus cantantes nos traen a la memoria a sus grupos de origen. Así los temas en los que interviene Peter Sundell, véase, la inicial “I Will Follow You”, la más Toto “Don’t Turn Away” y la destacada llena de coros “Living On a Lie” nos recuerdan inevitablemente a sus Grand Illusion, aunque con un poco menos de caña en las guitarras. Mientras que Tony Mills sigue dejando constancia de su enorme estado de forma en dos cortes como “While There Still Time” que es puro Shy de la última época y en la que más luce la guitarra de Tor Talle, y la más floja y aburrida en cuanto a composición “When I Close My Eyes”. Otro de los destacados es el vocalista de Urban Tale y Heartplay Kimmo Blomm, con su voz incrustada en unos temas que suenan bastante bien, la alegre “Still My Hero” con unos teclados hammond que le dan un toque muy original y “Lay Down Your Defences” en la que saca su vena más Steve Perry para completar una bonita balada. Otros dos cantantes destacados, estos con un tema cada uno en su haber, son el ex Toto y ex Mecca Ferggie Frederiksen con “Eye To Eye” que se queda en el intento de llegar a sonar a Survivor, y el vocalista de Final Frontier Rob Moratti que aparece en una elegante pieza bajo el título de “High Above The Sky” en la que tira menos de agudos de lo que nos tiene acostumbrados en su banda. El único vocalista desconocido para mí en este disco era Persa, de After Eight, y la verdad es que el chico no lo hace mal en los dos temas en que pone su voz, muy melódicos, aunque algo carentes de fuerza, “Rain Of Tears” en la que cuesta encontrar la guitarra hasta que llega el solo, y “Wherever You Go” una correcta balada acústica sin más que cierra este trabajo de Northern Light. Un disco interesante a priori vista la nómina de sus artistas, con buenos cortes, pero que adolece de garra y de chispa sobre todo en las guitarras, más aun siendo un guitarrista el padre de la criatura. Parece que las buenas ideas compositivas de Talle aun están un poco verdes y demasiado influenciadas por su trabajo haciendo bandas sonoras light, esperemos que espabile y en el futuro le meta un poco más de caña.
Mariano Palomo

NIGHTVISION "Nightvision"

(MTM / Goi Music)

Esta nueva formación escandinava, sueca para más señas, bajo el nombre de Nightvision se presentan en estos días al gran público con su trabajo debut. Un disco este que reúne un puñado de buenos temas inspirados en el hard rock de corte más enérgico, con ciertos matices épicos y de buena calidad tanto compositiva como interpretativa. Sin destacar por nada en especial si mantienen un buen tono a lo largo y ancho de toda la obra. Con la voz de Peter Högberg que sin perderse en alardes y exhibiciones sí mantiene un nivel más que correcto con claras influencias de la escuela escandinava clásica, rodeado de una buena base que cumple su labor y con dos elementos como el teclista Märten Sandén y el guitarrista Stefan Fjellner que se encargan de sobresalir y de dar ese tono más épico en el caso del primero y más cañero en el caso del segundo. Los temas llevan una onda bastante uniforme, moviéndose dentro de los límites del hard guitarrero; unos cortes más épicos recordando a los Europe del “Wings Of Tomorrow”, a los Ten más cañeros o a los primeros Domain, como en la inicial “Soldier of a Darkland”, “Fight”, “Dragonfire”, “The Last Time” o “Time Is Running Out”, sobre todo por el sonido de guitarras muy a lo Vinny Burns, mezclado con toques de teclados muy presentes a lo largo del disco. Más rockeros y directos se muestran en piezas como “Silent Cry” con un riff muy heavy y pegadizo bien secundado por las teclas de Sandén, al igual que en “Stand Tall” con un interesante break que da paso a otra brillante demostración, y sobre todo en “Break The Chain” con un comienzo matador a lo Whitesnake / Thin Lizzy que lo convierten en uno de los cortes destacados del redondo por su enérgico desarrollo. Los dos cortes más “originales” del disco son la balada “Hard To Let You Go”, muy conseguida y emotiva con un gran solo de guitarra, y la que con el apropiado título de “The End” cierra el trabajo en una onda “Operation Mindcrime” con juegos de voces, efectos de sirenas, teclados brillantes y buenas melodías de guitarra, pero sin llegar a la calidad de la obra maestra de Tate, DeGarmo y compañía, sobre todo por la producción. Por este último factor, y por la falta de rodaje que se atisba en la banda baja la nota del disco, que un poco más de chispa y de brillantez estaría entre lo mejorcito que ha aparecido en el panorama hard rockero últimamente. En cualquier caso es un primer disco y base y tiempo para pulirse tienen de sobra. Habrá que seguirles la pista.
Mariano Palomo

PAUL GILBERT "Space Ship One"

(Mascot Records / Mastertrax)

Nuevo trabajo en estudio del original guitarrista estadounidense Paul Gilbert, miembro integrante tanto de Racer X como de los ya desaparecidos Mr.Big. Para los despistaíllos, recordaros que Gilbert posee ya un buen número de álbumes editados en solitario, todos ellos bastante recomendables. En este “Space Ship One”, Gilbert vuelve a hacerse cargo tanto de las guitarras como de la voz (cada vez canta mejor este tío…), mientras que Linus Of Hollywood y Marco Minnemann se ocupan respectivamente de bajo y batería. El bueno de Paul tira de su particular paleta de estilos musicales, que engloba desde el pop más risueño y pegadizo al punk de alto octanaje, o desde el metal más abrasivo al minimalismo instrumental; lo cual hace del disco un producto ciertamente entretenido y variado. Así, podemos encontrar numerosas melodías power-pop (“Every Hot Girl Is A Rock Star” es el ejemplo más claro), pero siempre rebozadas con potentes dosis de guitarra. El contrapunto lo pone algún frenético RnR (“Wash My Car”), o las pertinentes instrumentales en las que Gilbert hace gala de su envidiable técnica (“G9”, “Jackhammer”); pero donde el susodicho se sale es a la hora de encarar hermosas baladas (“Good Man”, “We All Dream Of Love”). A destacar su particular y sentido tributo al fallecido George Harrison (“It’s All Too Much”). E incluso no se priva de llevar a cabo alguna marcianada, como cantar un tema en japonés (“Boku No Atama”) o dedicarle un tema al propio Juan José Ibarretxe (“Mr.Spock”) jejeje. Con lo ya expuesto, poco me queda por añadir salvo que nos encontramos ante un álbum muy, muy recomendable; tanto si eres incondicional de Paul Gilbert como si jamás has escuchado nada suyo en solitario. Ojalá tengamos oportunidad dentro de poco de verle por aquí actuando, pero mientras tanto disfruta de este buen trabajo.
Rafa Carrillo

ALICE COOPER "Dirty Diamonds"

(Spitfire Records)

Es indudable que mucha peña se ha apuntado últimamente al carro de vigorosas formaciones escandinavas (Turbonegro, The Hellacopters), a la postre claras deudoras de la The Alice Cooper Band. Pues por ahí van los tiros del nuevo trabajo del tío Alice: rock sucio, visceral, callejero y descarado. Qué tío más listo es Alice Cooper… Cuando bandas como Keel o Q5 despuntaban con sus primeros trabajos, Cooper publicaba el potente “Raise Your Fist And Yell”. Años más tarde, al apoderarse el rock melódico de las FM norteamericanas (caso de Firehouse o Slaughter), llega el tío y lanza una genialidad como “Trash”. Y hará cosa de un lustro, cuando se llevaba el rollito nu-metal (véase Ramnstein o Rob Zombie), el bueno de Coop publica el bestial “Brutal Planet”. Pero es con su anterior obra, “The Eyes Of Alice Cooper”, cuando Alice muestra un claro acercamiento a sus orígenes más R&B, que finalmente han cristalizado en este magnífico “Dirty Diamonds”. Entre los mejores temas del álbum no me resisto a destacar “You Make Me Wanna” (¡¡¡puro Turbonegro!!!) o el propio “Dirty Diamonds” (híbrido punk&60’s, con aires al “Paranoid” de Black Sabbath). Otra maravilla es el genial y melodramático “Six Hours”, en donde la guitarra parece estar tocada por el mismísimo Mick Ronson. El disco también contiene RnR clasicotes, muy Rolling Stones, como “Perfect” o “Sunset Babies”. Y por supuesto cachondadas del calibre de “The Saga Of Jesse Jane” o “Pretty Ballerina” (cover de “The Left Banke”, a lo “Only Women Bleed”). El único error de este “Dirty Diamonds” es quizá “Stand”, cantada a medias con el rapero Xzibit, aunque menos mal que ha optado por señalizarlo como bonus track… En definitiva, un grandísimo trabajo del incombustible Alice Cooper, que esperemos siga lanzando muchos más CDs en esta onda. Un acierto total.
Rafa Carrillo

11 agosto 2005

HARTMANN "Out In The Cold"

(Frontiers / Mastertrax)

Muchos le recordáis por ser la voz en grupos y proyectos como At Vance, Avantasia, Genius o Empty Tremor, por ejemplo. Pues bien, Oliver Hartmann, lejos de continuar con esa línea de power metal melódico, publica su ópera prima en solitario, "Out In The Cold", por terrenos mucho más tranquilos y melódicos. Suele pasar. Muchos artistas cambian de estilo musical de vez en cuando, bien por saturación o porque quieren probarse en otros campos. Y el resultado ha sido altamente satisfactorio. Escuchando el single y primer corte del trabajo, "Alive Again", empiezas a comprobarlo. "Out In The Cold" destaca por tres aspectos: El primero, descubrir los variados y ricos registros vocales del Sr. Hartmann; El segundo, la producción y los arreglos son extraordinarios, y el Tercero, los juegos vocales y los duetos (increíble Ina Morgan), son estupendos. Desde el hit single "Alive Again" (recuerda a Tangier), pasando por la deliciosa "Out in the Cold" (grandes arreglos de cuerda), el trabajo destila calidad. Aunque predominan los medios tiempos y los temas lentos ("Brazen", "I Will Carry On"), Hartmann introduce con acierto temas más rápidos ("How Long", "Listen To Your Heart") para que no se haga ni aburrido ni lento. Finalmente, cierra con un medio tiempo intenso y épico, "Into the Light", como broche de oro del trabajo. Gran disco este "Out In The Cold" y estupenda sorpresa la de Oliver Hartmann en solitario. Nos demuestra su clase cantando y componiendo, triunfando en otros estilos distintos a los que nos tiene acostumbrados.
Jesús "Nono" García

CRYSTAL EYES "Confessions Of The Maker"

(Heavy Fidelity / Arise)
Cuarto trabajo el de estos, hasta ahora casi desconocidos por aquí, cinco aguerridos muchachos del norte de Europa, suecos para más señas, en el que tienen a bien ofrecernos once temas llenos del heavy metal más tópico y típico del viejo continente en el siglo XXI. Contundencia en las bases, afilados solos de guitarra, buenas dosis de coros y melodías y una buena voz principal como la de Daniel Heiman, que sin ser el descubrimiento del año sí que cumple muy bien su cometido. Todo esto envuelto en una buena producción que hace más llevadera la falta de originalidad del producto en general, ya que por momentos podemos tener la sensación de estar escuchando a At Vance por las composiciones, a Blind Guardian por los coros, o a unos Metallium algo menos acelerados que en su última obra. El disco en conjunto es bastante correcto, afortunadamente el batería Stefan Svantesson no abusa del doble bombo y muestra una buena pegada, bien secundado por el bajista Claes Wikander, los guitarristas Mikael Dahl y Jonathan Nÿberg se marcan buenos y nítidos duelos con sus hachas, de lo más destacado del trabajo muy a lo Hammerfall a los que recuerdan bastante en cortes como "Northern Rage" o "The Fool’s Ballet" aunque sin llegar a las cotas hímnicas de los hits de sus compatriotas del martillo. Más comerciales se muestran en "The Charioteer" que abre el disco con un pegadizo estribillo lleno de buenos y melódicos coros, similar al corte que le da título "Confessions Of The Maker" aunque este más pesado y menos directo. Tiran de vena más épica en la extensa "The Terror" que comienza tranquila pero que va ganando en agresividad y pegada en su desarrollo con buenos cambios de ritmo a lo largo del tema en el que Heiman muestra todos sus registros vocales, bien secundado siempre por el resto del grupo. Se aceleran con "Panic" que tiene las guitarras más crudas del trabajo, pero sin perder melodía de la mano de las voces, un tema bastante directo. "White Wolves" se torna más extensa y elaborada, pero al tiempo algo más monótona. Con "Burning Vision" y "Revolution In Shadowland" seguimos más o menos por el mismo camino, algo más melódicas, pero poco enganchantes, tengo la sensación de haberlas escuchado antes, lo cual no quiere decir que sean malas, ojo. La recta final del CD la encaran con "Terminal Voyage" más contundente y oscura en su concepción, llegando a recordar al sonido de "And Justice For All" de Metallica, con esos cortes secos de batería y guitarra que tanto distinguían a los de San Francisco en su buena época, y que ha sido una de las que más me han convencido. Al igual que con la que ponen el colofón la obra, "Silent Angel" una bonita balada, en la que muestran su lado más tierno con unas bonitas voces y arreglos por encima de las guitarras acústicas, piano y demás instrumentos básicos. Un trabajo interesante, con algún momento que otro destacable como los resaltados, pero que no pasará a la historia por su originalidad.
Mariano Palomo

SPIRITUAL BEGGARS "Demons"

(Inside Out / Mastertrax)

Quizá hayamos pecado en Alianza de prestarle poca atención a un estilo musical tan interesante como el stoner, dignamente representado hoy en día por formaciones como Queens Of Stone Age, Nebula o Fu Manchu. Para los neófitos en la materia, el rollo stoner se caracteriza por realizar una música densa y potente, acorde sobre todo a los dictados de aquellos Black Sabbath capitaneados por Ozzy; todo ello bien pasado por un tamiz retro-hippy sesentero. Y si una banda que bajo mi criterio deja en pañales a todas las restantes, dentro de esta corriente stoner, serían Spiritual Beggars. Los cuales descubrí allá por el año 2000 con el magnífico discazo "Ad Astra", que incluía el potentísimo y legendario "Angel Of Betrayal". La banda sigue liderada por Michael Ammot (Carcass, Arch Enemy), gran guitarrista de Death Metal, que encuentra en Spiritual Beggars su vía de escape para composiciones más Hard Rockeras. Y es que este "Demons" tiene más que ver con Deep Purple o Iron Butterfly, que con Kyuss (por ejemplo). Pero sigamos con el resto del grupo, que queda configurado por el nuevo bajista Sharlee D’Angelo, el baterista Ludwig Witt, el hammonero-teclista Per Wilberg y el gran cantante JB (qué propio, jeje). Con un sonido pesado e intenso, en "Demons" destaca la certera avalancha de riffs por parte de Ammot, que bien podría erigirse como el nuevo Tony Iommi; y sobre todo la prodigiosa voz de nuestro amigo JB, que en ocasiones recuerda al voceras Chris Cornell. En cuanto a los temas, destacaría... ¡¡¡todos!!! Aunque sobresale la genialidad de "One Man Army" (puro Coverdale!!!) o la tralla de "Throwing Your Life Away". Los cuales dejan hueco para algún tema lento, que no moña, como "No One Heard" o la hermosa "Born To Die (Reprise)". Por tanto, este "Demons" supone junto al último trabajo de Astral Doors, de lo mejorcito en cuanto a sonidos duros de este 2005. Y para colmo, la edición nipona añade un Bonus-CD con 8 temas extraídos del concierto que la banda ofreció en Tokio hará un par de años. Píllatelo y serás feliz.
Rafa Carrillo

JOURNEY "Generations"

(Frontiers / Mastertrax)

Un amigo que comparte conmigo afición por el rock melódico afirma que nunca habrá discos mejores que el “Escape” (1981) y el “Frontiers” (1983), ambos de Journey. Por eso, un nuevo disco de la formación americana nunca te deja indiferente. Journey es un grupo franquicia, son palabras mayores en el mundo del rock. Vale que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero el nivel de exigencia es grande, y más cuando en entrevistas previas Neal Schon, guitarrista y alma máter de la banda, lo presentaba como un trabajo soberbio, un híbrido entre sus mejores discos. Por eso, si “Generations” lo firma cualquier otro grupo, el resultado habría sido bastante meritorio. Pero hablamos de Journey, y todos esperábamos más, porque son grandes, porque podemos exigírselo. El detalle más novedoso de este “Generations” lo constituye que todos y cada uno de los componentes del grupo cantan a lo largo del trabajo. Unos con más acierto (Jonathan Cain y sobre todo la maravillosa sorpresa de Deen Castronovo) y otros con menos (Neal Schon o Ross Valory). Sinceramente, no sabemos cómo le habrá sentado a Steve Augery, frontman oficial del grupo. Dada su condición de músico asalariado, poco le queda que rascar. Es el precio que se paga por estar en un grupo de megaestrellas, donde todos firman canciones, donde todos quieren acaparar su cuota de protagonismo. “Generations” supone el primer disco completo que firma Journey con Frontiers. Han pasado muchos años desde su última entrega, “Arrival” . Por el camino, varios recopilatorios, directos, dvds, etc. Desde mi punto de vista, me quedo con este último. Claro que tiene canciones muy valiosas. De hecho, el arranque del trabajo es muy bueno, con dos canciones intensas como son “Faith In The Heartland” y “The Place In Your Heart”, cantadas ambas por Steve Augeri. La sorpresa viene con el primer corte cantado por Deen Castronovo, “A Better Life”, donde sus registros vocales están parejos a los mejores vocalistas del género. Sigue “Every Generation”, cantada por Jonathan Cain (este ya tenía experiencia de su carrera en solitario), un corte pegadizo pero un tanto plano y rutinario. Después, el disco cae en un bajón considerable. Canciones monótonas e insípidas como “Butterfly” o “Believe” dicen muy poco al oyente. Sube un poco el nivel con la siguiente, un medio tiempo titulado “Knowing That You Love Me”, pero vuelve a caer con “In Self-Defense” (cantada por Neal Schon, ni fú ni fá, seguro que sus manos son infinitamente superiores que su garganta) y “Better Together”. La recta final sube un poco el nivel. La canción más atípica y menos melódica del disco la cantada Ross Valory. Se titula “Gone Crazy” y es un boggie rock mucho más cercana a ZZ Top que a Journey. Algunos dirán que es una mierda, pero tiene mucho ritmo, es muy pegadiza y a mí me gusta (por la novedad). Los dos últimos temas son “Beyond The Clouds” (pasión en la voz de Augeri) y el bonus track que cierra el disco, “It´s Never Too Late”, con Deen Castronovo de maravilloso cantante, de las mejores del trabajo. Juzga por ti mismo. A los fanáticos de Journey les sabrá a poco, porque todos esperaban más (Neal Schon se columpió cuando prometió un material entre el “Frontiers” y el “Escape”). No es un mal trabajo, tiene buenas canciones (otras dicen muy poco), pero la gloria de Journey no se forjó con trabajos como este “Generations”.
Jesús "Nono" García