16 agosto 2005

NIGHTVISION "Nightvision"

(MTM / Goi Music)

Esta nueva formación escandinava, sueca para más señas, bajo el nombre de Nightvision se presentan en estos días al gran público con su trabajo debut. Un disco este que reúne un puñado de buenos temas inspirados en el hard rock de corte más enérgico, con ciertos matices épicos y de buena calidad tanto compositiva como interpretativa. Sin destacar por nada en especial si mantienen un buen tono a lo largo y ancho de toda la obra. Con la voz de Peter Högberg que sin perderse en alardes y exhibiciones sí mantiene un nivel más que correcto con claras influencias de la escuela escandinava clásica, rodeado de una buena base que cumple su labor y con dos elementos como el teclista Märten Sandén y el guitarrista Stefan Fjellner que se encargan de sobresalir y de dar ese tono más épico en el caso del primero y más cañero en el caso del segundo. Los temas llevan una onda bastante uniforme, moviéndose dentro de los límites del hard guitarrero; unos cortes más épicos recordando a los Europe del “Wings Of Tomorrow”, a los Ten más cañeros o a los primeros Domain, como en la inicial “Soldier of a Darkland”, “Fight”, “Dragonfire”, “The Last Time” o “Time Is Running Out”, sobre todo por el sonido de guitarras muy a lo Vinny Burns, mezclado con toques de teclados muy presentes a lo largo del disco. Más rockeros y directos se muestran en piezas como “Silent Cry” con un riff muy heavy y pegadizo bien secundado por las teclas de Sandén, al igual que en “Stand Tall” con un interesante break que da paso a otra brillante demostración, y sobre todo en “Break The Chain” con un comienzo matador a lo Whitesnake / Thin Lizzy que lo convierten en uno de los cortes destacados del redondo por su enérgico desarrollo. Los dos cortes más “originales” del disco son la balada “Hard To Let You Go”, muy conseguida y emotiva con un gran solo de guitarra, y la que con el apropiado título de “The End” cierra el trabajo en una onda “Operation Mindcrime” con juegos de voces, efectos de sirenas, teclados brillantes y buenas melodías de guitarra, pero sin llegar a la calidad de la obra maestra de Tate, DeGarmo y compañía, sobre todo por la producción. Por este último factor, y por la falta de rodaje que se atisba en la banda baja la nota del disco, que un poco más de chispa y de brillantez estaría entre lo mejorcito que ha aparecido en el panorama hard rockero últimamente. En cualquier caso es un primer disco y base y tiempo para pulirse tienen de sobra. Habrá que seguirles la pista.
Mariano Palomo