17 agosto 2005

BAD MOON RISING "Full Moon Collection"

(Frontiers / Mastertrax)

Bajo este título de “Full Moon Collection” lo que nos encontramos al abrir el lujoso digipack que lo contiene, es nada más y nada menos que la discografía completa de esta banda, desconocida para muchos, y de culto para otros. La formación surge a principios de los 90 de las cenizas de los no menos míticos Lion, cuando dos de sus figuras principales, el vocalista Kal Swan y el guitarrista Doug Aldrich decidieron continuar su aventura bajo el nombre de Bad Moon Rising, junto al bajista Ian Mayo y al batería Jackie Ramos. En el apenas cinco años nos dejaron tres álbumes de bastante buena calidad, sobre todo los dos primeros, y un estillo que rezumaba sonidos a lo Whitesnake, Blue Murder por los cuatro costados. Esto es lo que podemos encontrar en esta acertada reedición que Frontiers pone ahora a nuestro alcance, con una cuidada presentación, y con el aliciente de añadido de nada menos que siete temas extras en total que no aparecieron en su momento en los discos oficiales. Todo esto ya hace atractivo de por sí el lanzamiento, pero como comentaba antes, para la gente que no conozca al grupo, sus dos primeros discos son de una calidad bastante notable, tanto el homónimo debut discográfico de la banda de 1991, como el siguiente “Blood” de 1993 merecen más atención de la que recibieron en su momento cuando las garras de esa peste llamada grunge atraparon al rock mundial y, o bien ocultó y cortó de raíz la carrera de buenas bandas de hard rock, o bien las desvió del camino recto para infectarles con su ruido infumable (salvo contadísimas excepciones). Algo de esto último fue lo que en parte les sucedió a los que nos ocupan en su tercer y último trabajo “Opium For The Masses” de 1995, mucho más oscuro y pobre en cuanto a calidad musical que los anteriores, aunque un tiene algún tema más dinámico y salvable como las rápidas “Believe” y “Godforsaken”, la acústica “Free” o la medio balada “Summer Rain”. El resto, tres temas extras incluidos, es bastante pobre, se notaba en exceso que Pearl Jam y Soundgarden estaban vendiendo como rosquillas en esa época. Así que de este tercer disco vamos a olvidarnos de momento y vamos a centrarnos en los dos primeros que si merecen mucho la pena. Prácticamente podíamos comentar en conjunto los dos discos, ya que la onda que llevan es similar y no hay diferencias notables entre uno y otro, pero para centrarnos vamos a empezar por el primero, “Bad Moon Rising”. Es este un trabajo que en sus diez cortes recoge las influencias del hard rock, con cierto toque blues de las bandas antes mencionadas, Blue Murder y sobre todo Whitesnake, con algo de Thin Lizzy (vaya, a Doug Aldrich al final le va a gustar John Sykes) pero con sonido actualizado para la época, bastante dinámico y contundente, y sobre todo con unas interesantes líneas vocales de Swan, que sin ser el mejor cantante del mundo si tiene un deje muy personal, algo parecido a lo que le ocurría a Ron Keel. Además para apoyarle en los coros, en este disco cuenta con la participación de gente de la talla de Robin McAuley (M.S.G., Grand Prix), Kelly Hansen (Hurricane, Perfect World) o James Christian (House of Lords) entre otros. Hablando de colaboraciones, no son estas las únicas, en la base rítmica están nada más y nada menos que la de House of Lords, Ken Mary a la batería y Chuck Wright al bajo, dando su toque en temas como “If Ain’t Dirty” o “Dark Side of Babylon” que recuerdan a la banda de Greg Giuffria. Otra colaboración de lujo es la de Michael Schenker en la acelerada “Built For Speed” en la que se hace notar a base de bien con su flying V, en un tema muy a lo Contaband. Hablar de más temas sería repetirnos en una serie de buenas composiciones, en las que me ha sorprendido la buena ejecutoria de Aldrich a la guitarra, un hacha que tenía olvidado y que no me ha dicho gran cosa las veces que le he visto en directo últimamente con Dio y con su actual banda Whitesnake. Por destacar alguna entre el resto de las no comentadas me quedo con “Sunset After Midnight” por su dinamismo y su buen estribillo. En cuanto a los temas extras de este primer disco, una de cal y una de arena. Una muy buena y poderosa en directo “One Night In Tokyo”, y la otra una paranoica y aburrida instrumental llena de guitarras chirriantes con el título de “Alter Ego”. “Blood” es la continuación del debut del grupo, y aportan un poco más de calidad sobre todo en lo que a producción se refiere, ya que la del primer disco no era excesivamente brillante, y en este ganan bastante en poderío. Vuelven a contar con Mary y Wright como invitados (¿qué pensarían los titulares de la banda Mayo y Ramos, no se sentirían algo menospreciados?), y con un teclista, Rick Seratte que ya les ayudó en anterior trabajo. Respetan el sonido creado en su predecesor, pero con algunos elementos acústicos y de ambientación de teclados más presentes, muy a lo Blue Murder, como en “Servants of the Sun” con ciertos aires orientales, o en las acústicas “Devil’s Son (While Our Children Cry)” y “Till The Morning Comes”, que recuerdan a “Valley of the Kings” de los mencionados Murder. Aunque para acústica, acústica, la buena balada “Remeber Me”. “Chains” es otra de las destacadas, con un ritmo más comercial y con buenas voces “coverdelanianas” a cargo de Swan. Más cañeras y directas son “Time Will Tell” y “Blood On The Streets” con uno de los mejores solos de Aldrich en su interior. En cuanto a los bonus en este caso el acierto es pleno con los dos temas añadidos, la enganchante y dinámica “Sweet Satisfaction” y la medio tiempo acústica más western “Can’t Wait Until Tomorrow” que es por lo menos tan buena como las otras del mismo palo que se incluían en la edición primigenia del disco (quizá les parecieron demasiadas acústicas para un solo disco en su momento). Con todo lo expuesto creo que es buen momento para recuperar los discos de Bad Moon Rising, y aunque el tercero sea bastante prescindible, por los dos primeros y por el buen formato que los adorna es interesante hacerse con ellos merece la pena, tanto si ya los tenías, como si aun no los conoces y te gustan las bandas referidas anteriormente.
Mariano Palomo