28 marzo 2006

THEATRE OF TRAGEDY "Storm"

(AFM / Avispa)

Desde el año 2002 llevaban los góticos noruegos sin ofrecer material nuevo a la legión de oscuros seguidores que han convencido de las bondades de su música desde que, allá por 1995, editaran su debut homónimo. Tras cuatro años de espera, ponen en la calle su sexto disco en estudio, con la salvedad de que su vocalista de siempre, Liv Kristine, les dejó para formar, con su nueva pareja Alexander Krull, la banda Leave’s eyes. Tras una larga búsqueda y bastante secretismo, ha sido Nell la encargada de resolver la difícil papeleta de sustituir a la imagen con la que todo el mundo identifica al grupo. Noruega también, Nell tiene un proyecto personal llamado The Crest, de orientación Doom, con el que ya ha grabado dos discos, el último en 2005, y no parece que tenga intención de abandonarlo, por lo que supongo que intentará compaginar ambas historias. Con este nuevo trabajo, la banda ha pretendido buscar el sonido que les encumbró a la cúspide del metal gótico. Debo confesar que no estaba familiarizado con la carrera de esta banda, sin embargo me he tomado la molestia de escuchar sus anteriores trabajos, disponibles en la propia página web de la banda. Tras este ejercicio de investigación histórica, he llegado a la conclusión de que la música del grupo estaba tomando, en sus últimos trabajos un carácter muy industrial, lo que les alejaba de las melodías vocales y los ambientes que creaba Lorentz con sus sintetizadores. Lo cierto es que “Storm” está totalmente basado en la voz de Nell, y toda la base musical se centra en pianos y sintetizadores. Las guitarras cumplen la importante función de rellenar espacios sonoros, sobre todo mientras Lorentz y Nell desarrollan sus deliciosas líneas melódicas. El resultado no es nada tétrico, pero sí tremendamente melancólico. La tristeza impregna cada nota de cada canción, y hay muchos momentos realmente lentos donde probablemente lo más importante es la propia letra, un misterio para los unilingües amigos del idioma de Cervantes, como es mi caso. Los que conozcan al grupo pensarán que soy un ignorante cuando os explique cual ha sido la mayor sorpresa que me han dado estos noruegos. El grupo tiene el típico formato gótico de voz femenina y voz masculina, sin embargo ni la voz de Nell es soprano, ni la voz de Raymond I. Rohonyi es ruda ó gutural. Esto para mí es una novedad, pues casi resulta más suave la voz de Raymond, que canta en susurros, que la de Nell, cuya voz, aunque más potente, la identifico con las utilizadas en la música electrónica o el pop. Gente como Within Temptation seguro que se han mirado en Theatre of Tragedy para sus obras, sobre todo la última. Y aunque nos vendan la música de Theatre of Tragedy como Rock gótico, probablemente debido a la distorsión de las guitarras rítmicas, pienso que es más comercial que eso.
Carlos Treviño Cobo

27 marzo 2006

DRAGONFLY "Domine"

(PAK / Avispa)

Nos encontramos ante una de las más gratas sorpresas del año. Una prueba más de que la calidad de un músico no se mide por lo famoso que sea. Escucho a Dragonfly y no puedo evitar acordarme del discazo que, Gonzalo Ledesma y sus Brokenheart, nos ofrecieron hace dos años, aunque pasara sin pena ni gloria. Parece imposible que cinco músicos desconocidos puedan presentar una primera obra tan espectacularmente buena. La historia de Dragonfly comienza en Argentina. Es en Buenos Aires donde Ariel Míttica y Chris “El Vikingo” Scornaienchi inician esta aventura junto a Marcelo Arenas, cantante de Brokenheart, y Piriz. Tras la terrible tragedia económica y social que han provocado ladrones y estafadores disfrazados de políticos, se ven obligados a sobrevivir emigrando hasta nuestras tierras, donde tampoco falta gentuza de esta calaña. Eligen Valencia, donde conocen a Juanba Nadal y a Isauro Aljaro (ambos de Outer Heaven) quienes aceptan el reto. Así pues, comienzan a funcionar con Míttica a la guitarra, Scornaienchi como batería, Juanba Nadal cantando y Isauro en los teclados. Sin embargo les falta un bajista, por lo que Juanba decide cogerlo mientras se resuelve el tema. Tras unos meses buscándolo, Juanba tiene la idea de acudir a Pablo Solano, que cogerá las riendas vocales, con lo que Juanba queda como bajista, además de apoyar con los coros. Nos encontramos con un trabajo de carácter sinfónico, donde los teclados exigen prioridad y protagonismo propio. En ocasiones muy heavy, incluso power; en otras más hardroquero, pero siempre influenciados por los sonidos de las típicas bandas de rock sinfónico de los setenta y ochenta. Por otra parte Míttica sigue la, difícilmente evitable, senda marcada por Malmsteen, Blackmore y, más cercano a él, su paisano Giardino. De hecho, en sus agradecimientos termina mencionando a Bach, Vivaldi, Mozart, Paganini y Beethoven. El hecho de que Juanba (bajista) sea cantante, les permite presentar unos coros y voces de calidad incontestable. Las estrofas en las que doblan voces Juanba y Pablo, llegan a poner la carne de gallina. También es muy destacable la aportación del poderoso y corpulento “Vikingo”, que no creo que sea seguidor del Real Madrid, a pesar de su apodo, aunque si es más que probable seguidor de la cultura nórdica, a juzgar por el pedazo de tatuaje de un vikingo que presenta en su brazo derecho. Es el mismo Vikingo el que compone prácticamente todas las canciones, lo que tampoco es muy habitual en su condición de batería, aunque sí explica el ambiente de leyenda, épico y medieval que impregna los sonidos de Dragonfly, así como las notables influencias del power metal escandinavo. Digo que Scornaienchi compone casi todo porque, de los trece cortes del CD, hay dos de Míttica y dos de Isauro. Los dos de Míttica, no podía ser de otro modo, son de pura exhibición instrumental, con unos solos que plasman a la perfección su virtuosismo, amén de sus gustos clásicos. A destacar “Paganini Suite”, instrumental que le va a permitir ubicarse entre los mejores de su género. Por su parte, Isauro aporta dos instrumentales de teclados. “Domine” es la apertura de la obra, da título al CD, y nos permite introducirnos mentalmente en el mundo de hadas y leyendas de Dragonfly. La segunda es el corte octavo. Se titula “Aries” y no es más que una balada instrumental de piano, amén de una perfecta introducción de tres minutos para el mejor tema del disco, “Regresa a Mí”. Una balada de casi ocho minutos, con una excelente línea melodía que marca la voz principal, además de unos coros perfectos, que consiguen poner la piel de gallina. El solo de Míttica emociona, mientras que las excelentes creaciones atmosféricas de Isauro resultan indispensables para el buen fin de la creación. Han contado con algunas colaboraciones que no dan ni quitan nada, pasando casi desapercibidas. Sin embargo, ya que están, te cuento que Barilari (Rata Blanca) aporta su voz en un par de temas, aunque apenas le distingo; Leo (Saratoga, Stravaganzza) lo hace en otros dos; Johnny Ohlin (Dionysus) mete el solo de “Nuevo Judas” y Antuán del Infierno, al que no conozco, aporta la voz gutural en otros dos cortes. En cuanto a las letras, hay dos temáticas generales. Por un lado las de carácter ético y moral, que hablan de lucha y perseverancia, traición y mentiras. Por otro lado las que hablan de amor y desamor… de soledad. Un más que meritorio estreno, que espero recoja el apoyo y el éxito que, por calidad, se merece.
Carlos Treviño Cobo

22 marzo 2006

AKIRA KAJIYAMA + JOE LYNN TURNER "Fire Without Flame"

(AOR Heaven / Goi Music)

Dos viejos conocidos vuelven a encontrarse. Y lo hacen para dar a luz un magnífico trabajo de hard rock clásico y ochentero en la más pura onda de los proyectos en los que estuvieron involucrados anteriormente, Rainbow, Deep Purple, HTP, Joe Lynn Turner Band, Brazen Abbot... Un disco este “Fire Without Flame” que supone el debut en solitario del guitarrista japonés Akira Kajiyama, un fantástico hacha que leva casi dos décadas demostrando su valía y que no oculta su pasión por la música de Blackmore, de hecho fue uno de los principales responsables de un gran álbum tributo nipón a Rainbow (“Niji Densetsu”) en el que coincidió con Turner hace ya ocho años. A partir de aquí un buen número de colaboraciones mutuas, destacando la participación de Kajiyama en varios de los últimos trabajos del ex vocalista de la banda del arco iris y en las actuaciones en directo de HTP en la tierra del sol naciente. Y este disco no esconde sorpresas desagradables, ni experimentos a los que son tan dados los genios de las cuerdas, este disco ofrece once cortes de absoluto nivel, tanto compositivo como interpretativo, con un Joe Lynn Turner mostrando el gran momento de forma vocal del que lleva disfrutando ya muchos años, y con un Akira Kajiyama que además de enseñar su maestría con la guitarra se encarga de la totalidad de los instrumentos, con un sonido compacto y directo que hacen de este trabajo una gran obra. Temas que podrían estar incluidos en cualquiera de los discos de los proyectos anteriormente citados, cortes dinámicos y rockanrroleros como las brillantes “End Of The Line”, “Survival” y “Down And Dirty” o la más lineales “Looking For Trouble” y “Slow Burn”. Más trabajada la que da título al álbum con un fantástico sonido de teclados acompañando a la guitarra, al igual que en la más melódica que da apertura “One Day Away” muy Brazen Abbot como sucede con “Forever Changed”. Onda más bluessy para “Bad Feeling”, perfectamente construida y ejecutada por el dúo protagonista del trabajo que carga las tintas en unos buenos coros llenos de sentimiento, y algo más sureña “License To Kill” de nuevo con protagonismo para los teclados, muy interesante. El hueco relajado lo cubren con “Heart Agianst Heart”, una buena balda en la que Turner vuelve a moverse como pez en el agua en este tipo de temas, muy Rainbow de su época, y con un buenísimo solo de guitarra de Akira en su interior. En fin, un señor disco que puede descubrir a muchos a un magnífico músico como es Mr. Kajiyama y que sigue dándonos una ración más del gran Joe Lynn Turner. Recomendadísimo.
Mariano Palomo

BLUE TEARS "The Innocent Ones"

(AOR Heaven / Goi Music)

Dieciséis años ha habido que esperar para poder escuchar nuevos temas de esta formación americana que irrumpió con fuerza en la escena hard melódica con su primer trabajo homónimo en el que se recogía la esencia de los mejores Bon Jovi, con matices a lo Def Leppard. Pero una vez más por el cambio de gustos experimentado en la escena musical en los 90’s, sobre todo en los States, cayeron en el más absoluto ostracismo. Una auténtica lástima, ya que como han demostrado recientemente con la publicación de “Mad, Bad and Dangerous” y “Dancin’ On The Backstreets”, dos álbumes de temas que tenían preparados para formar parte del supuesto segundo disco del grupo y que no vieron la luz en su momento, talento y calidad tenían más que de sobra. Una década y media de silencio en la que el líder de la banda Greg Fulkerson ha estado haciendo cosas menores, como el proyecto Attraction 65 en una onda más moderna, y al que se le había perdido prácticamente la pista para el gran público. Ahora parece querer recuperar el tiempo perdido, tanto con la publicación el pasado año de los discos retrospectivos anteriormente citados y con la salida al mercado el próximo mes de abril de esta nueva obra que nos ocupa bajo el título de “The Innocent Ones”. Para la ocasión Fulkerson se encarga de la voz y las guitarras y no ha contado con ninguno de sus antiguos compañeros de formación, y sólo le acompaña el bajista Bryan Wolski antiguo amigo del grupo. El resultado de esta unión es un disco interesante, más maduro y personal que el primero de la banda y en el que salen a relucir las inevitables influencias Bon Jovi, pero con un toque más Springsteen y menos pomposo que en el pasado. Por una parte supone una pérdida de pegada comercial, pero por otra parte descubrimos una faceta más relajada e íntima de Greg Fulkerson. En los cincuenta minutos de duración del redondo están encerrados catorce cortes, entre los que destacan la inicial y dinámica “Drive” que es la que más suena a la primera época del grupo, sobre todo por las buenas guitarras que adornan la composición, al igual que la interesantes “Run For Your Life” y “She Wants To Be a Star” que suenan, sobre todo la primera, a los Bon Jovi del “New Jersey” por todos lados, mientras “Fast Times” tiene una estructura a lo “It’s My Life” / “Have a Nice Day” totalmente indisimulable, aunque con menos fuerza. La onda más Springsteen aparece en el medio tiempo “In Your Dreams”, de lo mejor del disco, en la balada acústica “All The Way Home” algo más floja y monótona, en la brillante “Gloryland” y en la más desgarrada “Money To Burn”, también entre las destacadas. La curiosidad viene con el segundo corte, “Let It Rain”, con unos coros femeninos y unos aires sureños que peden recordar a los mismísimos Lynyrd Skynyrd y que les queda bastante bien. Un buen disco, con algún que otro tema de relleno, pero que en su conjunto resulta interesante y supone un buen regreso para esta banda de culto dentro del hard melódico, esperemos que sigan por el buen camino.
Mariano Palomo

EMPIRE "The Raven Ride"

(Metal Heaven / Goi Music)

Tercer capítulo de este proyecto ideado por el guitarrista de Majesty Rolf Munkes que desde 2001 lo lleva adelante bajo el nombre de Empire. Un proyecto para el que siempre se ha rodeado de grandes nombres de la escena hard rockera europea y que en este nuevo trabajo no iba a ser menos continuando con la compañía del mítico bajista Neil Murray (Whitesnake, Gary Moore, Brian May Band,...), del gran Tony Martin (Black Sabbath) a la voz y del batería de los alemanes Axxis, Andre Hilgers. Pero una vez más la magnitud de los nombres de los protagonistas de la obra no se corresponde con el resultado final de la misma. Un disco bueno, sin más, con cortes más interesantes y atrayentes para el escuchante como la inicial que da título al trabajo en onda “Headless Cross”, la más original con buenos coros “Carbon Based Lifeform”, la más oscura “Stanic Curses” con buenos sonidos de guitarra y voces, la correcta balada “What Would I Do” en la que se explaya Tony Martin en una extensa letra sobre un colchón acústico, y la más hard rockera y dinámica “I Can´t Trust Myself” que es la que más me llama la atención, por su estilo más directo y claro. El resto se me hace demasiado pesado y oscuro, sobre todo con un desatino de tema como “Maximum” que no es más que una pesada reiteración del estribillo machacón con la voz de Martin totalmente distorsionada en plan máquina con un riff moderno y sin ninguna gracia en mi opinión. Por desgracia las alineaciones galácticas no garantizan resultados galácticos, sino que pregunten por Chamartín. Habrá que seguir esperando un nuevo Dream Team que produzca buenos frutos, desde luego con Empire no han sido todo lo satisfactorios que sería deseable.
Mariano Palomo

FRONTLINE "Circles"

(AOR Heaven / Goi Music)

Una de las formaciones más constantes y pioneras dentro del Hard A.O.R. europeo nos ofrecen su nuevo trabajo, “Circles”. Un disco que en mi opinión baja un poco el nivel respecto a anteriores entregas de Frontline, pero sigue manteniendo un puñado de buenos cortes que hacen que sea interesante, aunque no tan brillante como sus mejores trabajos “The State Of Rock” o “Right Attitude”. De entre estos temas más interesantes me quedo con la inicial “No One” con brillantez, sobre todo en la voz de Stephan Kammerer bien arropada por unos buenos coros marca de la casa, y con fuerza en las guitarras de Bobby Böbel, con la más tranquila “Save Me” en la que se repiten los mismos parámetros con el sonido clásico del grupo, y sobre todo me quedo con “Say What You Have To Say”, la más rockera de todas, con un buen comienzo de teclados y creciendo espectacular en su desarrollo, al igual que la pegadiza “Into Deep”. Hay más cortes interesantes, como los medios tiempos “Don’t Run Away” o “It’s You”, la más moderna “Did You Ever (Taste The Pain)”, o la más dura “Hunter”, pero que resultan menores respecto a los citados anteriormente. Y un par de cortes como “I Give You The Rest” y la final “My Vision” que bajan mucho la nota, con un sonido excesivamente sucio y alejado de lo que nos tienen acostumbrados a hacer los germanos. Un buen disco en términos generales, con cosas mejorables, y recomendable para los seguidores de los sonidos melódicos centroeuropeos.
Mariano Palomo

BLACKMORE’S NIGHT "The Village Lanterne"

(SPV / Mastertrax)

A mediados de la pasada década Ritchie Blackmore decidió dar carpetazo a uno de los grupos más grandes e influyentes de la historia como fueron Rainbow, y empezó a dedicarse junto a su actual esposa, Candice Night, a cultivar un género musical bastante alejado del estilo que nos tenía acostumbrado con sus anteriores formaciones, adentrándose en los terrenos de la música medieval, folk y renacentista. Muchos directamente dieron por sepultada la historia de uno de los mejores músicos del planeta y no prestaron ninguna atención a su actual carrera, otros sin embargo no podíamos dejar de interesarnos por la labor del Men In Black. Por supuesto su trayectoria con Blackmore´s Night está a años luz en cuanto a brillantez de sus obras con Purple y Rainbow, pero personalmente me resulta bastante interesante, habiéndome abierto la posibilidad de descubrir matices y estilos musicales prácticamente desconocidos para mi hasta que escuché la obra debut del matrimonio Blackmore’s Night, “Shadow Of The Moon”, un disco que me encantó y que a fecha de hoy sigue siendo el mejor de los publicados por la pareja británica. Este “The Village Lanterne” constituye la quinta entrega en estudio de Blackmore´s Night, amén de algún que otro directo y recopilatorio, y en mi opinión tras la primigenia obra mencionada es el más completo y entretenido. Una vez más la voz de Candice se muestra dulce y angelical, quizá algo carente de fuerza, y el maestro Blackmore exhibe su versatilidad tocando gran cantidad de instrumentos. Los temas abarcan bastante variedad, siempre dentro de la onda medieval, aunque para la ocasión incluso recupera dos cortes representativos de sus antiguas bandas. Uno “Child In Time” de Deep Purple que adapta totalmente a su actual registro con la voz de Candice susurrando en lugar de los agudos originales de Gillan, tras la intro instrumental y juglaresca “Mond Tanz”. El secundo tema recuperado para la ocasión es la maravillosa “Street Of Dreams” de Rainbow, en la que se acerca bastante más a la original, y en la que Candice una vez más despliega su dulzura y donde Ritchie pone a trabajar su guitarra en todo su sentido eléctrico. Como curiosidad mencionar que en la edición especial del disco aparecerá este corte con la voz de Joe Lynn Turner quien lo grabó por primera vez en el gran “Bent Out Of Shape” (¿será esto una señal?, ojalá). Hay otras piezas en las que se deja notar la electricidad, como en la dinámica “I Guess It Doesn’t Matter”, la mística “St. Teresa” con sonidos de gaitas acompañando las cabalgadas de mástil, o la más rockera “Just Call My Name”, de las mejores del disco. En el resto del disco predominan los sonidos acústicos como en las tranquilas “Windmills” y “The Messenger”, con reminiscencias románticas y medievales clarísimas en ”Village Lanterne” con cierto aire a banda sonora, en la misteriosa “World Of Stone” y en la festiva “One Mill Inn”, e incluso se aprecian matices orientales en la inicial “25 Years”. En definitiva un bonito trabajo, muy agradable de escuchar y que además recupera algo más de la electricidad del genio Blackmore, aunque por desgracia creo que aun tendremos que seguir echando de menos a la banda del arco iris.
Mariano Palomo

VALENTINE "The Most Beautiful Pain"

(Frontiers / Mastertrax)

Parece mentira que, a pesar de haber transcurrido 15 años desde el fallecimiento de Freddy Mercury, la música de Queen esté ahora más viva que nunca. Sonando sin parar en musicales, anuncios de TV, competiciones deportivas o en las distintas FM de todo el mundo. Asimismo, estoy plenamente convencido que si hay un compositor que ha recogido el legado de La Reina y lo ha llevado un paso más allá, ese ha sido el holandés Robby Valentine. Este multiinstrumentista y antiguo componente de bandas como Zinatra o 1st Avenue, lanzó a principio de los años 90 unos cuantos discos que han dejado un importante poso en cualquier aficionado-de-pro al rock melódico. Pero tras unos años en los que poco o nada se sabía de él, Valentine vuelve con un majestuoso trabajo que me atrevo a calificar como de lo mejorcito de este 2006 en dicho estilo musical. Eso sí, como buen caprichoso y egomaniaco que anda hecho, Robby Valentine ha tocado casi todos los instrumentos del disco; y no ha dejado que nadie metiese mano en la producción o las mezclas. En el terreno compositivo, pocas pegas se pueden poner, ya que (casi) todos los temas alcanzan un altísimo nivel de calidad. Aunque, obviamente, siempre hay temas más pegadizos que otros, de entre los cuales escogería sin pensarlo “One Of These Days”, “Supernova”, “I’m Going Under” o “How Many Times”. También hay deliciosas baladas como “Cold And Lonely Lie” o “Everyday Hero”, al servicio del más edulcorado rock melódico que podáis imaginar (para que se os pegue bien a las muelas, je, je). Así que ya sabéis, si buscáis pomposidad, melodías, mega-teclados o sencillamente os declaráis fans acérrimos de Queen, este “The Most Beautiful Pain” os pondrá en órbita como si de pronto descubrierais “Bohemian Rhapsody”. Is This The Real Life, Is This Just Fantasy...
Rafa Carrillo

PLATITUDE "Silence Speaks"

(Metal Heaven / Goi Music)

Nos encontramos ante la tercera grabación de Platitude. Banda que, a pesar de haberse formado en 1995, no fue hasta 2002 que consiguieron realizar el sueño de su álbum debut titulado “Secrets of Life”. Pero fue con su segundo disco, “Nine”, que se convirtieron en una seria opción musical sueca, siguiendo la más pura tradición del hard rock y el A.O.R. sueco (Malmsteen, Europe, etc.) aunque dándole el personal toque de su propio carácter y habilidad instrumental, cercano al metal progresivo del S.XXI. Nada más comenzar “Tell the Truth”, se puede percibir el ochentero trabajo del teclista Kristoffer Von Wachenfeldt. Una composición a mitad de camino entre Symphony X y el A.O.R., que no es ni lo uno, ni lo otro. “Nobody’s Hero” sirve para demostrar, si con “Tell the Truth” no lo había hecho ya, la extraordinaria voz de Erik “EZ” Blomkvist. Este segundo tema comienza con una engañosa suavidad, que se acaba convirtiendo en Heavy Metal, con algunos cambios de ritmo que impiden cualquier tipo de etiqueta (que todos odiamos, pero usamos por igual). “Silence Speaks” da título al CD, y podría estar en el archivo de cualquier banda tributo a Toto o Foreigner, con emotivas melodías, guitarras suaves y arreglos de teclados predominando en muchas ocasiones. Por fin se endurecen un poco con “Empty Inside”, tema de corte progresivo donde brilla con especial intensidad el jovencísimo Andreas Brobjer, baterista de 19 años, que con 16 ya estaba en la banda grabando “Nine”. Los teclados pierden su sonido más clásico, para convertirse en sintetizadores que crean el fondo adecuado para las florituras de Erik y el guitarrista Gustav Kollerstrom. “Fear (It’s Over Now)”, vuelve a ofrecernos los sonidos hardroqueros del comienzo del disco, con esos deliciosos teclados de reminiscencias “Malmsteenianas”. Llega la velocidad, dentro de cánones estrictamente hardroqueros, con “Don’t be Afraid”. “Falling Down” recupera las influencias prog. de “Empty Inside”, por supuesto sin abandonar la dulzura del A.O.R. En esta ocasión, Erik prueba con agudos que rozan claramente el límite de su propia capacidad. “After the Storm” y “Walk With Me” ahondan en el hard rock más clásico, con interesantes coros y ritmos comerciales. La sorpresa del CD llega con el extenso corte final. Su título es “You”, y resulta ser un compendio de todo lo bueno que atesoran Platitude. Por un lado, el exquisito sentido de la melodía, la facilidad de Kollerstrom para crear solos de belleza sin igual; por otro, la tremenda versatilidad de Erik, capaz de voces suavemente melódicas, para subir a agudos de calidad, pasando por sonidos más rudos, propios del heavy metal. Como curiosidad, debemos destacar la utilización de dos teclados, los propios de Kristoffer y los que paralelamente meten Andreas, el batería. Esto, que sucede en varios momentos del CD, se percibe sobretodo en este “You”, donde las ambientaciones se superponen a líneas melódicas creando momentos de gran inspiración, con predominio de los teclados sobre cualquier otro elemento musical. Ni Hard Rock, ni A.O.R., ni Rock Progresivo… sino todo a la vez, es lo que nos ofrecen los suecos Platitude, en su tercer disco de estudio.
Carlos Treviño Cobo

ELDRITCH "Neighbourhell"

(Limb Music / Goi Music)

Ya os contamos, con motivo de la edición de su quinto disco “Portrait of the Abyss Within”, de la incontestable calidad de estos progresivos italianos. Ahora tenemos que volver a hacerlo con motivo de este “Neighbourhell”, trabajo que ya tienes en la calle con dos temas extras y un video clip. En esta ocasión Lisa Oliveiro (Icycore) ha debido ser sustituida al bajo por John Cristal, debido a las coincidencias de fechas entre las bandas. Esperamos poder verles pronto en España, pero de momento, quien quiera hacerlo, deberá desplazarse hasta el Metalprogfest de Chicago donde actuarán en Abril. A pesar de los múltiples cambios que se producen a lo largo de los seis discos, el vocalista Terence Holler, y el guitarrista y compositor Eugene Simone mantienen vivo el espíritu del metal progresivo más duro que puedas oir. Aunque en esta ocasión existe un abanido de sonidos mucho más amplio dentro de la colección de canciones que Eldritch nos presentan, las inevitables influencias de Dream Theater, Fates Warning, o Annihilator y el thrash metal americano, son ya marca de la casa. Desde el comienzo con “Still Screaming” la melodía convive con los constantes cambios de ritmos, aunque en este caso debo destacar la experta mano del Sr. Simone para componer dos líneas de guitarra distintas, pero que se superponen, en perfecta simbiosis. “Save Me” está más en la onda progresiva, aunque intercalan momentos melódicos, con otros de una fiereza desatada, en los que Terence Holler demuestra ser un vocalista de alto nivel. “Bless Me Now” nos muestra la cara más thrasher de Eldritch, aunque sin dejar de lado las buenas melodías y riffs, amén de unos solos de Simone y Rob Proietti, de apariencia fácil, pero difíciles de ejecutar. “The Dark Inside”, el cuarto corte, ahonda en los sonidos más prog, cercanos a Queensryche o a los mencionados Fates Warning. La impresionante técnica de Simone y Holler son el núcleo absoluto de todo el sonido Eldritch. Y esto continúa así en “More than Marylin”, más cercano al hard rock de los ochenta, donde Terence Holler nos sorprende con nuevas tesituras vocales, no mostradas hasta ahora. Voces suaves y limpias, subiendo en ocasiones hasta unos agudos nada estridentes, en contraposición con otros momentos del disco en los que la rudeza prima sobre la melodía. Excelentes arreglos guitarreros para un tema eminentemente vocal, y probablemente uno de los mejores del disco. “Come to Life” es el momento en que la base rítmica, de gran calidad a lo largo y ancho del trabajo, tiene su gran momento de brillantez. Es difícil abstraerse a la velocidad con que John Cristal toca, creando un perfecto colchón de sonidos, junto a la potente pegada de Dave Simeone. Genial temazo de puro heavy metal virtuoso, en el que, y en contraposición a lo escuchado hasta ahora, la voz de Holler se deja de florituras, quedando en un segundo plano, ante el despliegue musical del resto de la banda. Buen momento para relajar sensaciones con “Zero Man”. Predominio absoluto de suaves melodías, que intentan, y logran, transmitir emociones más allá de la energía y la violencia precedentes. Otro tema relajado, en forma de medio tiempo, es “Standing Still”, aunque subiendo un punto la agresividad de “Zero Man”. Con “Toil of Mine” llegó el metal progresivo en su esencia más pura. Pura velocidad aderezada de virtuosismo y constantes cambios de ritmo, que te hace sentir protagonista de un rally en el que tras una curva llega otra, tras un frenazo un nuevo impulso, tras una recta… más curvas. “The Rain” se aproxima nuevamente a los sonidos más extremos, con riffs thrasher y un Holler un punto por encima de sus compañeros. Se cierra este impresionante disco con “Second world”, un tema que puede ser un perfecto epílogo, una compilación de lo que es Eldritch… calidad interpretativa de los cinco miembros, composiciones muy elaboradas a la vez que entretenidas, melodías enriquecedoras mezcladas con los ritmos y riffs thrashers que tanto le gustan a Eugene Simona, y, sobre todo, emoción y rabia en cada nota del CD. Si “Portrait…” me sorprendió gratamente, creo que este puede ser el disco definitivo que les catapulte a lo más alto del metal europeo y mundial. Por cierto, si te das prisa, obtendrás el CD con dos bonus tracks, titulados “The Perfect Place” y From out of Nowhere”, y el video-clip de “Save Us”.
Carlos Treviño Cobo

16 marzo 2006

CODE OF PERFECTION "Last Exit for the Lost"

(Limb Music / Goi Music)

Desde la mismísima Alemania nos llega la ópera prima de esta originalísima banda, dispuesta a romper cualquier tipo de barrera o tabú impuesto por el mercado. Estos inclasificables músicos son un trío formado por Thorsten Koehne, guitarrista de bandas como Attack o Demon Drive; Keisuke Nishimoto, ex bajista de Hideous Sun Demons y Kelly Simonz; y Frank Kraus, baterista compañero de Thorsten en Demon Drive, aunque también cuenta en su currículum su participación en Letter X. Son muchas las colaboraciones con las que han contado para este disco de presentación. En primer lugar, la voz de Carsten Schulz, frontman de Evidence One y Domain, entre otros. También les ayuda el guitarrista Alex Beyrodt, en cuyo currículum encontramos a Primal Fear, Silent Force o Sinner, entre otras muchas bandas. Michael Angelo, ex-Nitro además de sus tres discos en solitario, es el otro guitarrista colaborador. Y en los teclados Ferdy Doernberg, que trabaja con Axel Rudi Pell, además de formar parte del proyecto llamado Rough Silk. Nos encontramos con un primer corte que da título al CD. Un tema instrumental que sirve como buena muestra de las intenciones de este revolucionario trío. En la onda de un Satriani, en su vertiente más relajada, e incluso recordando al típico corte que cualquier banda, con cantante al uso, metía para que éste tuviera un respiro en directo, resulta una amable introducción. Esto lo digo porque “Flyin’ High” sí es una exhibición del trío, desatados técnicamente, cuán si de unos Mr. Big se tratara, corren que se las pelan, quemando sus instrumentos a una velocidad endiablada. “Miracle Times”, primer tema cantado, es típico corte hardroquero de los ochenta que perfectamente podrían firmar cualquier banda glamorosa de la época. Nueva instrumental, en esta ocasión más experimental que las anteriores, es el cuarto corte titulado “Polka Beast Stampede”, a mitad de camino entre Steve Vai y Matthias Enklund. “Hearts in Atlantis” es una bonita balada, nuevamente sin letra, en la línea de los grandes temas que Gary Moore nos ofreció en sus tiempos más duros, como “Empty Rooms”, por ejemplo. Nuevo tema cantado, y tan hardroquero como “Miracle Times”, es “Walkin’ on Thin Ice”, aunque en esta ocasión los ramalazos bonjovianos son más que notables. “Evil:FEX” resulta bastante progresiva. Y lo mismo se podría decir de “Psychotic Nightmare”, nuevamente recuperando el sonido experimental y divertido de Mr. Enklund. A pesar de no tener este dato, me atrevería a afirmar que Michael Angelo es el responsable tanto de este corte como de “Polka Beast Stampede”. Recuperan la voz de Mr. Shulz para marcarse un vacilón y ochenteno corte, titulado “Superwoman”, en la línea de los otros dos que también cuentan con su trabajo. “Underneath a Blue Kiss” es un relajante medio tiempo acústico, donde las emotivas líneas melódicas de las guitarras españolas predominan para darle un toque de flamenco a la música. El epílogo se titula “Shred it!” y es toda una declaración de intenciones. Al más puro estilo Alcatrazz+Malmsteen, la velocidad y el buen juicio a la hora de desarrollar largos solos guitarreros, marcan un buen fin del principio. Code Of Perfection no son una banda precisamente original. Las influencias son más que notables… claras como el agua. Sin embargo, el hecho de dar cabida a tantas y tan dispares formas de practicar buen Rock Duro en un solo CD, y además hacerlo tan bien, es un aliciente.
Carlos Treviño Cobo

15 marzo 2006

SARATOGA "Tierra de Lobos"

(Avispa)

No sin cierto retraso, nos ponemos manos a la obra para explicar, a quién aún no lo conozca, como es este octavo trabajo de la laboriosa carrera de Saratoga. Tras los tres primeros trabajos, en los que tan solo conocieron su música los afines al movimiento metálico, la entrada de Leo y Dani supuso un vuelco rotundo para la banda y para el heavy metal nacional en general. La increíble voz de Leo, así como el virtuosismo sin paliativos de esa máquina llamada Daniel Pérez, supusieron una bocanada de aire fresco para el estancado panorama heavy español. Era cuestión de tiempo que el éxito llamara a su puerta, aunque esto, dicho después de que suceda, parece fácil, pero todos sabemos que no lo es. Hoy por hoy, Saratoga es una banda de reconocido renombre, con multitud de fans deseosos de cada nueva entrega grabada o en directo del grupo. Y este “Tierra de Lobos” es el inevitable refrendo al trabajo bien hecho. Decir Heavy Metal es decir Saratoga, porque, si bien hay otras bandas de este estilo, nadie ha logrado alcanzar las cotas de éxito que ellos han alcanzado, ciñéndose a los cánones más estrictos de construcción de canciones. No hay temas de composición compartida, por lo que te encuentras cortes de Leo, de Jero o de Niko firmándolos en solitario. El disco se abre con “Barcos de Cristal” y “Necrophagus”, dos temas cañón en los que el poder de la música, unido al virtuosismo de los muchachos, son una perfecta carta de presentación para Saratoga. “Contigo Sin Ti” es una hábil jugada de Jero, para calmar un poco el atronador comienzo, y da paso a un corte típicamente Leoniano, “Ave Fénix”. Un tema que podría haber entrado en algún disco de Stravaganzza, oscuro, tétrico y guitarras de sonido moderno que dan un toque de cambio al conjunto. “Quinto Infierno” es para cantarla en directo. Heavy de los ochenta, no demasiado acelerado, y con un estribillo perfectamente accesible. Este quinto corte supone también un descanso para las agotadas cuerdas vocales de Leo que, hasta el momento, trabajaban al límite de los agudos. La balada llega con “Fe”, composición de Niko, en la que brillan al unísono letra y voz, para contar una historia de sentimientos… tristeza, rabia… pone la piel de gallina. “Fuerza de Choque” y “Prisión en Vida” son dos clásicos Saratoga, metal tradicional de excelente ejecución. Impresionante riff el que Jero se saca de la manga para “El Jardín de la Niebla”, me parece estar escuchando a alguna de sus míticas bandas (Santa, p.e.) de los ochenta, pero con un sonido más que bueno, y la consabida calidad interpretativa. El mejor tema del disco, al menos para mí, se titula “Siento que no Estás”. Baladón de emotivas melodías, con la voz de Leo humedeciendo ojos por doquier, y una andrógina letra en la que no acabo de saber si se pone en el lugar de una chica que ha perdido a su novio… o si se trata de una historia homosexual… o si simplemente es una historia de amistad rota entre dos amigos. Un auténtico temazo que hace de menos a “Tierra de Lobos”, justo a continuación. Y es que después de tan impresionante canción, todo lo que venga sabe a poco. Para terminar “Pura Sangre”. Tema cañón que, como su nombre indica, cierra el disco tal y como empezara… energía, fuerza y calidad a raudales. Si algún pero le pongo a Saratoga es que están demasiado encerrados en sus propias barreras, no se permiten nada que se salga de una música cuadriculada, estudiada para el público. El disco es muy bueno, pero no aporta nada a lo ya conocido de la banda, a no ser temas de alta calidad, pero en la línea de sus últimos lanzamientos. Supongo que si algo funciona… ¿para qué cambiarlo?
Carlos Treviño Cobo

ELVENKING "The Winter Wake"

(AFM / Avispa)

Nos encontramos ante el tercer lanzamiento de unos italianos que, llevando sonidos Folk por sombrero y el metal épico por bandera, intentan seguir los pasos de Rhapsody, aunque muy de lejos. Fue Aydan, guitarra y líder del grupo, quién formó la banda allá por el 97 junto a un tal Jaspen, que ya no se encuentra. Hasta el año 2001 no lograron poner en la calle su ópera prima “Heathen Reel”. Hasta el 2004, y con múltiples cambios en la formación, no editaron la continuación, “Wyrd”. A la primera escucha ya destaca lo inevitable… ¡son Mago de Oz cantando en inglés!... Vale, vale… Habrá quién me diga que hay sus diferencias. Estos chicos son bastante más heavies, pues la base de su música es un power metal, de corte bastante sencillo, sin florituras. Pero la inclusión de un violín que acompaña a lo largo y ancho de la grabación, e incluso la voz de Damnagoras, recuerdan sin paliativos a nuestros héroes nacionales, aunque estos basen su música en un Hard Rock de corte más clásico. Así pues, nos encontramos ante 13 cortes directos y pegadizos, con estribillos hechos para que el público, y ritmos potentes pero accesibles… ideal para una fiesta. En la promo que la compañía nos envía, los temas vienen unidos, o sea, baja el volumen del final al tiempo que sube el volumen del comienzo de la siguiente. Pues hay cortes en los que la batería no parece tener corte, y sirve el mismo trabajo de Zender, el baterista, para continuar con el nuevo tema. A destacar “Trow’s Kind”, potente y de melodías alegres, o “The Winter Wake”, de composición un poco más elaborada. “March of Fools” es metal alemán de los ochenta con violín, sin embargo, “On the Morning Dew”, con sus guitarras acústicas y el inevitable (violín), podría encajar perfectamente en cualquier obra de sus paisanos Rhapsody. En definitiva, técnicamente no dice nada, pero es potente, moderno y divertido… música sencilla hecha para disfrutarla en directo.
Carlos Treviño Cobo

14 marzo 2006

JIM PETERIK "Above the Storm"

(Frontiers / Mastertrax)

Hablar de Jim Peterik supone hacerlo de un grande, de una referencia absoluta del rock melódico USA. Con más de treinta años de currículum musical, sus orígenes se remontan desde los legendarios Ides of March a su estupendo presente con los aclamados Pride of Lions. Entre estos, los maravillosos y añorados Survivor. Suyas son canciones que pasarán a la historia de la música como “I Can´t Hold Back” o “Eye of the Tigre”. Jim Peterik destaca tanto como músico como compositor. Escribió letras y canciones para Lynyrd Skynyrd o Sammy Hagar, entre otros. Otras quedaron dormidas, y salen a la luz en su álbum más personal: “Above the Storm”. Este trabajo recoge temas propios compuestos por Peterik en distintos momentos, arreglados ahora para la ocasión. Además, recupera para la grabación a sus viejos compañeros de Ides of March: John Larson, Chuck Soumar y Dave Stahberg, que ponen su sección de viento para hacer de “Above the Storm” un disco mucho más orquestal y diferente. Pero sobre todo, me quedo con Scott May y su órgano hammond y las maravillosas voces de Lisa McClowry, que aportan un plus de calidad y sentimiento a las canciones. Sorprende un tanto que Jim Peterik cante todos los temas, contando con su amigo y discípulo Toby Hitchcock (Pride of Lions), pero cumple sobradamente. El álbum está lleno de buenas canciones, sin llegar a la fórmula comercial y pegadiza de Survivor o World Stage. Se inicia con “Live Life”, para continuar con “Burning With a Reason”, una canción directa y con dueto vocal entre Jim y Lisa, con el hammond muy presente. La situación se suaviza después con la balada intimista que da título al disco: “Above the Storm”. Seguimos. “Stand and be Counted” es un corte muy personal donde Peterik se defiende muy bien como vocalista. Volvemos a la calma con “A Kiss to Remember You By”, mientras que “God in You” presenta mucha orquestación y buenos arreglos de cuerda, muy a lo Ides of March. Después, mi canción favorita del disco, “Secret of a Woman” (a lo Pat Boone o el proyecto Fandango, de Joe Lynn Turner). Después, la preciosa balada “A Talent for Living You” (piano, acústica y la voz de Peterik la hacen muy sensible). Destaco también la pegadiza y llena de coros “Hiding From Yourself”. Además, a lo largo del disco encontramos colaboradores como Johnny Van Zant (Lynyrd Skynyrd) o Donnie Van Zant (38 Special), y sobre todo ese señor llamado Scott May, que toca como pocos su órgano hammond. Es todo un placer contar de nuevo con Jim Peterik. Quizás este “Above the Storm” esté un peldaño por debajo de sus proyectos recientes con World Stage o Pride of Lions, pero es un compositor y músico genial, y siempre firma canciones de rock melódico con mayúsculas.
Jesús “Nono” García

ERIC GALES "Crystal Vision"

(Provogue Records / Mastertrax)

En 1993 descubrí por primera vez a Eric Gales y su enorme potencial y talento a las seis cuerdas con The Eric Gales Band y sobre todo con un álbum fantástico como “Picture of a Thousand Faces”, donde parecía un espíritu del mismísimo Jimmy Hendrix. Sus riffs de guitarra eran tan apasionados como demoledores, y competía ya por entonces con Tony MacAlpine por el trono de mejor guitarrista joven de color en USA, sin cumplir siquiera los 18 años. Para colmo, Eric Gales procedía de una familia con gran tradición musical, con dos hermanos que le acompañaron en su aventura musical con Eric Gales Band, y tocaba la guitarra con la mano zurda, como lo hacía el propio Hendrix, ¿Necesitas más coincidencias?. Después de publicar sus dos primeros y grandes trabajos y de recoger varios premios (Guitar World le nombró en 1991 y 1993 mejor talento a las seis cuerdas), orientó su carrera al blues, y se consagró como músico de estudio, tocando para los mejores (Carlos Santana, B.B.King, Eric Clapton o Mick Jagger). Después de mucho tiempo, demasiado para su enorme talento, Eric Gales retorna al escaparate musical con “Crystal Vision”, un álbum de rock eléctrico guitarrero fantástico, donde despliega toda su clase y variedad de estilos. Escucha “Retribution”, el corte que abre este disco, y descubrirás un riff de guitarra demoníaco de un virtuoso que quizás vendió su alma al diablo para poder tocar tan bien. La irregular “Are you my Friend?” deja paso a la maravillosa “I Got a Woman”, un blues eléctrico estupendo. El siguiente corte, I Don´t Want You Langin´ Around” es muy Jimmy Hendrix del “Experience”. Si te gusta el blues puro, a lo Elmore James o B.B.King, disfrutarás con “Freedom From my Demons”, enorme corte que haría levantar al mismísimo Stevie Ray Vaughan de su tumba. El ritmo no decae con la original y rítmica “Trouble”, pero flipas con la personalísima versión de “Hush” ( Dios, qué guitarrista). Atención a la rápida “Me and my Guitar”, muy sureña a lo Eric Jonson. Destaco también la contundencia de “Plastic Girl” y la original y versátil “Old School”. En definitiva, un álbum soberbio que recupera al mejor Eric Gales, ese maravilloso guitarrista de color zurdo, un dignísimo heredero y espíritu de Hendrix, uno de los mejores talentos capaz de asimilar y de tocar por igual blues y rock con su fender a las mil maravillas.
Jesús “Nono” García

02 marzo 2006

LIBERTY N’ JUSTICE "Soundtrack Of A Soul"

(MTM Music / Goi Music)

Curioso proyecto este que se remonta nada menos que a 1991, cuando dos estudiantes de instituto, Justin Murr y Patrick Marchand, quisieron difundir el mensaje cristiano a través del rock con su banda, Liberty N’ Justice, tocando en iglesias, escuelas y reuniones juveniles. La verdad es que desde entonces apenas han tenido eco sus sermones musicales más allá de sus tierras más cercanas. Pero hace un par de años empezaron a hacerse notar a nivel internacional en los círculos hard rockeros con su anterior trabajo “Welcome To The Revolution” para el que contaron con colaboraciones de lujo, como ocurre en este nuevo disco, que como aquel tiene un irregular resultado final. Porque por mucho “galáctico” de las voces que se fiche para un proyecto, si los temas no está a la altura de poco sirve. Hay cortes bastante interesantes, como la intensas “Kings Of Hollywood” con un potente riff que cuadra perfectamente con la desgarrada voz del cantante de Jet Circus Ez Gomer o “Show Me The Way” donde Oni Logan (Lynch Mob) demuestra sus buenas cualidades. Están también a la altura las melódicas “State Of Grace” con Russell Arcara (Surgin, Prophet) al frente, “Thy Will Be Done” con un buen dueto entre Mark Slaughter y Pete Loran de Trixter y la evocadora “Always Tomorrow” con el gran Ted Poley (Danger Danger) colaborando en uno de los mejores cortes del disco. La buena balada “If The World Could Be Mine” cumple con un desconocido para muchos Joe Cerisano (Silver Condor, Trans-Siberian Orchestra) que muestra una interesante capacidad vocal. Al igual que sucede con el vocalista de Barren Cross, Mike Lee que participa en la acústica “Make Believe”. El resto, hasta dieciséis temas nada menos, pasa con más pena que gloria, con sonidos modernos y saturados en algunos casos, con experimentos sosos en otros, y con curiosidades como la de rescatar al héroe del monopatín de los setenta Leif Garrett, que no ha mejorado nada musicalmente desde entonces y que desde luego no hubiera pasado nada porque hubiera seguido en la sombra. En fin, un intento que se queda a medias y que una vez más corrobora el sabio refranero castellano, “quien mucho abarca, poco aprieta”.
Mariano Palomo

VAHLADIAN "Chronos 1.1"

(Pies Cía. Discográfica)

Segundo trabajo de esta joven formación valenciana. El disco se titula "Chronos 1.1", y supone un notable esfuerzo de superación y mejora. Sinceramente, Vahladian apuestan por un metal original y fresco, lleno de arreglos y pasajes musicales variados, que van desde el power metal a las baladas, pasando por matices progresivos. Un trabajo original, que no deja indiferente al oyente. Es evidente la evolución y la mejoría del sexteto desde su ópera prima. Todas las canciones están llenas de matices musicales que las hacen diferentes y nada monótonas. Musicalmente el disco es primoroso, la producción y los arreglos están cuidados y pensados hasta la saciedad, y la melodía está presente en todas las composiciones. Dentro de la formación, destaco el trabajo del bajista Alberto Cases (fantástico trabajo el suyo, incluso con registros de jazz fusión), el teclista Pablo Barrios (muy presente a lo largo del disco), y del nuevo cantante Arístides Pérez, que si bien no goza de una amplia gama de registros vocales, cumple sobradamente, manejándose mejor en los tonos medios y modulando su voz en muchas de las canciones. Las canciones van desde el power metal hasta los matices más progresivos. Por temas, el disco abre fuego con la homónima e instrumental “Chornos 1.1”, para romper el hielo con un corte power como es “Horizonte Cercano” (entre medias, cambia a tintes progresivos con marcado protagonismo de los teclados); “Un Mismo Corazón” es más técnica y melódica, sorprendente en su base rítmica (atención al bajo del Sr. Cases, fusión pura) y luego el hit single del disco, “Lágrimas de Fuego”, una canción musical y letrísticamente estupenda, cargada de matices y cambios de ritmo. Seguimos. “Mil Caminos” es una balada con arreglos de cuerda y piano con una letra hermosa y sensible, donde Aris Pérez, el vocalista, se mueve como pez en el agua y que supone un punto de inflexión en el trabajo. Los siguientes cortes son “Renacer” y “Miedo a la Libertad”, en onda Cuatro Gatos, con muchos arreglos y un aire musical entre el power y el progresivo. Sinceramente, Vahladian se parecen sobremanera a los Cuatro Gatos madrileños (incluso su actual vocalista colabora en el disco). El broche final del trabajo lo ponen temas como “Sentirte Sonreír” o “Nunca Volverás” (temas pulcros, cuidados musicalmente y con arreglos de guitarra española incluídos) y cierran con la versión acústica y original de su canción estrella, “Lágrimas de Fuego”. Decir que la portada es interesante y abarca el contenido del disco, con un libreto adecuado y suficientemente explicativo. Insisto, Vahladian aportan un salto de calidad con su nuevo trabajo, "Chronos 1.1". Por referencias, son bastante similares a Cuatro Gatos (musicalmente hablando), y se mueven más entre el power metal melódico, con sensibles matices progresivos y notables cambios de ritmo. En suma, aires frescos y evolutivos para el metal nacional. Suerte para ellos.

Jesús “Nono” García

PAUL SABU "Heartbreak" (Reedición)

(MTM Classix / Goi Music)

En su ímproba labor por recuperar del olvido auténticas gemas del rock melódico y ponerlas al alcance del pueblo llano, el sello alemán MTM Classix vuelve a la carga con una reedición para los sibaritas más ochenteros. Me refiero a la publicación de "Heartbreak" (1985), obra cumbre del guitarrista Paul Sabu. Y por todo esto fuera poco, a un precio muy asequible y con temas extra. La onda que lleva este "Heartbreak" podría asimilarse a la de unos Giant, Damn Yankees o incluso a los Y&T del “Summertime Girls”. Sabu, aparte de meter guitarra, canta de maravilla a lo largo y ancho del trabajo; estando acompañado por el teclista Dan Ellis, Rick Bozzo al bajo y el baterista Charles J. Esposito. Mientras que Brad Buxer se encarga de espolvorear todo el disco con una generosa dosis de sintetizadores. El single del álbum fue “Angeline”, un maravilloso corte bien conocido y enormemente recordado por los aficionados al género. Buenos coros, una fenomenal voz y sensacionales teclados caracterizan este temazo que marca la senda por la que fluye el resto de cortes del CD. Entre los cuales, resaltaría sin pensármelo dos veces "Call Of The Wild" (con regustillo a Stan Bush/Jeff Paris), "Heartbreak", "Just For The Moment" y "New Girl In Town". Quizá haya algún bajón en el disco, como podrían ser las más simplonas "Shake, Rattle, Roll" o "Hot Flash". No obstante, este "Heartbreak" se mantiene en todo momento a buen nivel y a medida que lo escuchas vas empapándote de la clase de Paul Sabu. En cuanto a los bonus añadidos, seguramente no hacen justicia al resto del álbum: “Cassie” es demasiada poppie, "Shake It Up" vuelve a la ramplonería, aunque que "Street Angel" sí alcanza el suficiente nivel. En resumidas cuentas, una gran obra que por todo lo enumerado anteriormente no deberías dejar pasar por alto.
Rafa Carrillo

01 marzo 2006

WARRANT "Born Again"

(MTM Music / Goi Music)

Vuelta al candelero de una de esas bandas que a finales de los ochenta arrasaron con su hard rock divertido, contagioso y bien hecho que salió de tierras californianas y que en su inmensa mayoría cosecharon un éxito tan intenso como efímero. Es el caso del quinteto que nos ocupa, Warrant, una banda que con sus dos primeros álbumes y con videos tan espectaculares como “Cherry Pie” tocaron el cielo hard rockero hasta que llegó el huracán grunge y se los llevó por delante como a muchos otros. De los devastadores efectos de aquella catástrofe pocos fueron los que salieron indemnes en su momento, y poco a poco parece que algunos quieren volver al escaparate musical, eso sí, sin tener nada que ver el estado actual de la escena y recurriendo a algunos cambios en las formaciones, como es el caso que nos ocupa. Y con Warrant era una apuesta arriesgada, ya que su vocalista de su época dorada, el carismático Jani Lane, abandonó la banda hace ya meses y encontrar un sustituto a la altura se mostraba como una misión harto complicada. Los otros cuatro miembros de la banda, los guitarristas Joey Allen y Erik Turner, el bajista Jerry Dixon y el batería Steven Sweet, han ido entrando y saliendo del grupo desde el principio, y vuelven ahora con una imagen mucho menos pintona y glamourosa (los años no perdonan), no han querido andarse con experimentos y han jugado sobre seguro tirando de James St. James para encargarse de las tareas vocales, frontman de Black n’ Blue, otro de esos grupos importantes del llamado “Hair Rock” de finales de los ochenta, y del experimentado Pat Regan para la producción. Y el resultado creo que ha sido más que correcto, más teniendo en cuenta otras fallidas reentres de grupos de la misma época y en circunstancias similares (Poison, L.A. Guns, Ratt, Pretty Boy Floyd...) que con sus últimos trabajos han respondido muy por debajo de las expectativas. Este “Born Again” sin llegar a tener la calidad y pegada de “D.R.F.S.R.” o “Cherry Pie”, si tiene un buen puñado de temas interesantes, aun extrañando la voz de Lane en ciertos tramos del redondo, la voz de St. James cumple bastante bien, eso sí tirando menos de agudos de lo que nos tenía acostumbrados. Las canciones siguen teniendo la base hard rockera de antaño, aunque algo menos loca, para entendernos, algo más pausada, pero consiguiendo mantener vivo el espíritu de antaño en cortes como los pegadizos y dinámicos “Devil’s Juice”, “Dirty Jack” o “Roxy”, las más melódicas “Hell, CA” y “Down In Diamonds”, o las aceleradas “Roller Coaster” y “Good Times”. Definitivamente, y a pesar de tener algún que otro tema flojete, un disco muy digno dentro del hard más glamouroso y que puede ser el primer paso para recuperar a uno de los estandartes del estilo quince años después.
Mariano Palomo

BASICO "Consentido"

(Avispa)

Pocas formaciones del panorama rockero patrio son tan interesantes como estos chicos madrileños que acaban de presentarnos su tercer trabajo en estos días. Un trabajo con mucho sentido, como indica su título, y que confirma los buenos cimientos puestos con sus dos anteriores obras, sobre todo con su anterior disco “Sin Mirar Atrás” que supuso uno de los mejores lanzamientos nacionales del 2004. Ingredientes tan poco frecuentes y difíciles de conjugar dentro del actual circo rockero, como la frescura, el descaro, la fuerza, la variedad, el buen hacer musical, el mensaje en las letras y la calidad de sonido, que se dan cita en “Consentido”. Un trabajo redondo en todos los aspectos, desde su título hasta sus letras, pasando por la acertada selección de temas y la buena ejecución instrumental de los mismos. Temas movidos que invitan a la fiesta y el bailoteo, como la inicial “Nada Sin Ti” a pesar de lo intenso de su letra, “Maldito Placer” dedicado como alguna que otra más a las mujeres, “Dímelo” con algún acertado guiño acústico o la autobiográfica “Básicorock” que son puro rock bacilón y divertido a lo Burning, Platero y Tú de la mejor época; otros más cañeros y reivindicativos como la intimista “Mi Apagón”, las más dinámicas “Soñando” y “Bufón”, la crítica “Malas Cartas” o “Tu Disfraz” un buen palo a la actitud falsa e hipócrita de muchos, que cuenta con destacada presencia de los coros femeninos de Ruth Santamaría y Raquel García acompañando a la personal voz de Arturo, uno de los mejores frontman del país en directo, divertido y comunicador como pocos. Las voces de Ruth y Raquel se hacen notar también en los dos temas lentos que se insertan en el disco, un precioso blues titulado “Jugando Con Fuego” que desprende pasión en todas sus notas, sobre la magnífica letra de nuestro amigo y compañero José Mora, y que los Básico han sabido hacer suya e interpretar impecablemente, convirtiéndola en una de las piezas claves del disco. Y el otro tema lento, “Sola” que es una desgarradora balada dedicada al abandono y marginación de una mujer por el mero hecho de serlo y no haber podido salir adelante dignamente en la vida. Dejan un hueco también para homenajear al desparecido Antonio Flores con una buenísima y cañera versión de “Cuerpo de Mujer” uno de sus mejores temas y que los chicos de Básico venían tocando en directo en sus conciertos. Además de las voces comentadas, uno de los puntos fuertes del sonido de Básico, aparecen la de Tito que apoya magníficamente con su segunda voz, y los coros del bajista Carlos y el batería Josete. Los guitarristas Javi y José, sin ser ningunos guitar heroes, sí son capaces de sacar muy buen partido y sonido de sus instrumentos, con buenos riffs y solos a lo largo de todo el álbum, tanto en las partes lentas como en las más rápidas. La producción ha corrido a cargo de Big Simon, garantía de calidad como ya ha demostrado en otros trabajos tan alejados del sonido Básico como fueron anteriormente los discos de grupos tan dispares como Mago de Oz, Sober, o Saratoga entre otros. Lo dicho, estamos ante uno de los grupos con mejor futuro y presente del rock nacional, tanto en directo como en estudio, a poco que les acompañe la suerte y con un adecuado trabajo de promoción por parte de quien corresponda, pueden convertirse en una referencia absoluta para todos los públicos, no sólo de los círculos más cerrados del rock. La calidad y las ganas no les faltan, por nuestra parte apoyo no les va a faltar. A por ellos.
Mariano Palomo