GAMMA RAY "Majestic"
(Mayan Records/Sanctuary)
¡Por fin! El directo “Skeletons In The Closet” estuvo muy bien, pero ya llevaban los Rayos Gamma cuatro añitos sin sacar material nuevo, y estábamos empezando a impacientarnos. Después de tanto tiempo, han sido un poco tacaños, sólo nos han presentado diez canciones, pero bueno, siempre será eso preferible a que metan morralla de relleno. Lo cierto es que la primera vez que lo oyes este “Majestic” no se corresponde con las expectativas. ¿Es malo el disco? ¡En absoluto! Lo que ocurre es que... ¿cómo explicarlo? Cuando escuchas un tema nuevo de Gamma Ray te encuentras cantando el estribillo antes incluso de pasar al siguiente corte. Son himnos que entran solos. Exceso de comercialidad, dirían algunos. Pero a mí me encantaban tal y como eran. El actual CD contiene canciones excelentes, maravillas como “My Temple”, “Hell Is Thy Home”, o “Spiritual Dictatior”, pero comparten que el “chorus” es quizá algo largo, lo que dificulta esa asimilación a la primera de la que antes hablaba. Quizá la que más siga la tradición sea “Fight” (que debería llamarse “Carry On”), con probabilidad una de las que quedarán fijas en el repertorio de la banda dentro de unos años. Curiosamente, no es de Kai, sino de Henjo, quien se sigue ocupando de los teclados además de manejar la segunda guitarra. Otras en esta onda son “Blood Religión”, que habla de vampiros y musicalmente tiene cierta similitud con “Space Eater”, o “How Long”, con mucha importancia en los teclados, y casi parece más de Freedom Call. Cosa rara, porque Dan Zimmermann compone otros temas, pero no interviene en este. El único que esta vez no nos regala nada de cosecha propia es Dirk, no sabemos el motivo. La que más recuerda a canciones de anteriores entregas, casi cayendo en lo repetitivo, es “Condemned To Hell”, igualita a “Send Me A Sign” y “Heaven Or Hell”. Si en “Powerplant” Kai homenajeaba a Manowar en “Heavy Metal Universe”, y en “No World Order” a Judas en “The Herat Of The Unicorn”, ahora le toca el turno a Maiden con “Strange World”, bastante parecida a otro “Stranger”, ya veréis, ya. Solo sobran los cortes “Majesty” y “Revelation”, lo siento, pero no he podido con ellos. Por lo demás, lo positivo gana por goleada a lo negativo. En un par de audiciones te das cuenta de que el disco es tan bueno como los anteriores, aunque algo diferente, más de uno lo llamará madurez compositiva. No me quejo, pero si se hubieran quedado como estaban tampoco me habría importado. Todo lo que haga Hansen está bien, de una forma o de otra. Sólo falta que el próximo disco no tarde tanto.
¡Por fin! El directo “Skeletons In The Closet” estuvo muy bien, pero ya llevaban los Rayos Gamma cuatro añitos sin sacar material nuevo, y estábamos empezando a impacientarnos. Después de tanto tiempo, han sido un poco tacaños, sólo nos han presentado diez canciones, pero bueno, siempre será eso preferible a que metan morralla de relleno. Lo cierto es que la primera vez que lo oyes este “Majestic” no se corresponde con las expectativas. ¿Es malo el disco? ¡En absoluto! Lo que ocurre es que... ¿cómo explicarlo? Cuando escuchas un tema nuevo de Gamma Ray te encuentras cantando el estribillo antes incluso de pasar al siguiente corte. Son himnos que entran solos. Exceso de comercialidad, dirían algunos. Pero a mí me encantaban tal y como eran. El actual CD contiene canciones excelentes, maravillas como “My Temple”, “Hell Is Thy Home”, o “Spiritual Dictatior”, pero comparten que el “chorus” es quizá algo largo, lo que dificulta esa asimilación a la primera de la que antes hablaba. Quizá la que más siga la tradición sea “Fight” (que debería llamarse “Carry On”), con probabilidad una de las que quedarán fijas en el repertorio de la banda dentro de unos años. Curiosamente, no es de Kai, sino de Henjo, quien se sigue ocupando de los teclados además de manejar la segunda guitarra. Otras en esta onda son “Blood Religión”, que habla de vampiros y musicalmente tiene cierta similitud con “Space Eater”, o “How Long”, con mucha importancia en los teclados, y casi parece más de Freedom Call. Cosa rara, porque Dan Zimmermann compone otros temas, pero no interviene en este. El único que esta vez no nos regala nada de cosecha propia es Dirk, no sabemos el motivo. La que más recuerda a canciones de anteriores entregas, casi cayendo en lo repetitivo, es “Condemned To Hell”, igualita a “Send Me A Sign” y “Heaven Or Hell”. Si en “Powerplant” Kai homenajeaba a Manowar en “Heavy Metal Universe”, y en “No World Order” a Judas en “The Herat Of The Unicorn”, ahora le toca el turno a Maiden con “Strange World”, bastante parecida a otro “Stranger”, ya veréis, ya. Solo sobran los cortes “Majesty” y “Revelation”, lo siento, pero no he podido con ellos. Por lo demás, lo positivo gana por goleada a lo negativo. En un par de audiciones te das cuenta de que el disco es tan bueno como los anteriores, aunque algo diferente, más de uno lo llamará madurez compositiva. No me quejo, pero si se hubieran quedado como estaban tampoco me habría importado. Todo lo que haga Hansen está bien, de una forma o de otra. Sólo falta que el próximo disco no tarde tanto.
Nacho Jordán
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