11 mayo 2006

HOUSE OF LORDS “World Upside Down”

(Frontiers / Mastertrax)

Ahora sí: ¡House Of Lords han vuelto!. Una de las mejores formaciones de hard rock melódico aparecidas a finales de los 80’s han regresado con un fantástico álbum bajo el brazo, a la altura de sus tres primeras obras maestras. Se han olvidado del sonido más sinfónico progresivo de su anterior entrega “The Power and the Myth” del 2000 que dejó bastante fríos a la mayoría de los seguidores de la banda, aunque me parece un muy buen disco pero no de House of Lords. Y curiosamente aquel lo grabaron los músicos que hicieron grande a los Lords, mientras que en este “World Upside Down” sólo queda de su line up clásico el cantante James Christian, que sigue en una forma espectacular, y la colaboración en algunas tareas de teclado del reconvertido a empresario Gregg Giuffria que también deja notar su mano. El resto de músicos que han dado forma a este último trabajo eran desconocidos hasta la fecha para el gran público hard rockero, pero me da la sensación que han conseguido que no echemos de menos a Chuck Wright, Ken Mary y Lanny Cordola. Sobre todo el guitarrista Jimi Bell, un gran descubrimiento que se exhibe de manera espléndida a lo largo de todo el trabajo, muy bien acompañado por el batería B.J. Zampa y por el bajista y teclista Jeff Kent que transmiten su solidez al sonido del grupo. Nada más ver la portada uno ya queda prendido al disco, vuelven a conseguir una elegante y potente ilustración con el escudo de armas del grupo como protagonista absoluto, con unos precioso colores. La verdad es que esto también ocurría en su anterior obra y luego el sonido estaba muy lejos de los House Of Lords tradicionales, pero en este caso sólo con la intro instrumental “Mask of Eternity” uno ya se da cuenta de que el sonido nos trasporta más de diez años atrás. Grandiosidad, elegancia, clase, fuerza, todo eso ya se transmite desde el inicio, con temazos como “These Are The Times” en el que la voz de Christian y la guitarra de Jimi Bell se empastan con fuerza y melodía sobre el poderío de la base de bajo y batería en un corte que entra a la primera y que podría ser perfectamente de la época “Demons Down”, bien secundado por “All The Way To Heaven”, más melódica tirando a medio tiempo y con un sentimiento brutal transmitido por los coros de un enorme estribillo, carne de single de FM’s y MTV’s americanas si hubiera salido hace quince años. Sigue la misma línea de grandiosa melodía en “Field of Shatered Dreams”, un baladón, que se puede contar entre los mejores de la carrera del grupo, llena de sentimiento con una intensidad patente a lo largo de sus casi seis minutos de duración y con otro pedazo de solo de guitarra de Bell. Sigue el hacha como protagonista en “Free”, en esta ocasión para ofrecernos su faceta más dura y progresiva, en un corte más cercano a lo que hicieron en su anterior trabajo, y en “All The Pieces Falling” con su acústica para otra buena balada en la que vuelve aparecer la majestuosa voz de Jeff Christian en primer plano. La intensidad más rockera vuelve con “Rock Botton”, otro buen tema onda “Demons Down” y en el que el estribillo se mete de pleno para darle altura. Más melodía con “Million Miles”, en el que las teclas se dejan notar junto a la voz completando otro interesante corte más a medio tiempo, que una vez más da paso a otra balada de muy buen nivel como es “Your Eyes” donde voces y guitarras vuelven a sobresalir de manera fantástica. No le va a la zaga “Ghost of Time”, más A.O.R. guitarrero de calidad en este corte de magníficas líneas vocales marca de la casa, al igual que en la más pomposa “My Generation” en la que me da la sensación que ha tenido que ver mucho Mr. Giuffria por su estructura y grandilocuencia con los coros en todo lo alto. Menos directa, pero no menos buena es “S.O.S. In America” un tema que empieza lento pero que crece espectacular hasta llegar a un buenísimo estribillo, y una vez más con otro magnífico solo de guitarra. El final lo pone el tema que da nombre al disco, “World Upsdie Down”, corte tranquilito en el que encontramos el sonido de piano llevando el tempo de un precioso tema. En fin, una gratísima sorpresa la que me he llevado con este discazo que nos hace volver a recuperar la fe en el hard melódico de una gran banda que esperemos siga adelante mucho tiempo con esta formación para darnos más trabajos como este. Por ahora, en mi modesta opinión, estamos ante el disco del año. Y encima por fin les veremos tocando en España este verano, ¿Qué más se puede pedir?
Mariano Palomo