08 mayo 2006

AZKEN GARRASIA “Sorgin Zorrotz”

(DYE Records)

Llega a nuestras manos este CD sin que sepamos absolutamente nada de la banda y, lo primero que ves te echa un poco pa’ tras. No solo es que canten en euskera, sino que todo el libreto está escrito en dicho idioma, por lo que intento averiguar quién hace tal ó cual trabajo durante la grabación y me cuesta horrores adivinarlo. Os puedo decir que Imanol Solores y Jon Markez tocan las “Kitarras”, Jon Aira se hace cargo del “baxua” y Bjorn Mendizábal la batería. Hasta aquí todo claro, así que por lógica Isasi, cuya labor es “Ahotsa”, será el cantante (¿?). Siempre que nos llega un disco cantado en euskera, surge la duda de si tendrá contenido político, sin embargo este no es el caso. Azken Garrasia practican auténtico y puro Heavy Metal, con una calidad realmente sorprendente, para ser una banda desconocida, a los que presupones no demasiada experiencia. Estos chicos la tienen… y si no, son los empollones de clase. Desde el comienzo, con la instrumental “Suzko bidetik I”, que comienza con sonidos de caballos trotando en lo que podría ser un bosque, queda claro que el asunto va de guerreros, magos, brujas… fantasía… Los guitarras son realmente buenos, y se marcan un duelo, así, para entrar en calor, que quita el hipo… “Apokalipsia” es la primera con letra, y cuesta trabajo inhibirse al hecho de que canten en su propio idioma… una vez que consigues hacerlo, descubres la excelente base rítmica que forman Aira y Mendizábal, en la onda Judas… Las melodías de guitarra podrían encajar perfectamente en el “Seventh Son…” de los Maiden. “Bizitzaren Baitan” es heavy de los ochenta, aunque aderezado con toques progresivos. La voz es buena, aunque la producción de la misma ha quedado demasiado cruda, aparentando primeras tomas, y algo baja de volumen, llegando en ocasiones a quedar semioculta por el resto de los instrumentos. En realidad la producción es así de cruda para todos los instrumentos, pero la banda suena brutalmente bien. Y esto se puede comprobar en temas como “Boterearen Gainbehera” ó “Hor Nonbait”, con la que se cierra la primera parte de la obra. Por cierto, debo calificar esta última como, probablemente la mejor del disco. Todo es perfecto, empezando por una composición inteligente, llena de cambios de ritmo que surgen de forma natural, no forzados… líneas de guitarras dobladas, realmente bellas… y una interpretación por parte de todos sinceramente excelente. Parece que hayan querido dar al CD formato de vinilo, pues, llegado el ecuador, una nueva instrumental titulada “Suzko bidetik II”, con ciertas reminiscencias de los Maiden del Killers, abre la segunda parte. Quizás tenga relación con las historias que cuentan pero… me quedo sin saberlo. “Zure munduko giltza” es una emotiva balada in crescendo, que pone la piel de gallina. Tras “Naufragoarena”, comienzan los medievales sonidos con los que se inicia “Sorginzorrotz”, un potente trallazo de puro Heavy Metal tan solo interrumpido por esas breves acústicas medievales, que surgen nuevamente a medio corte. Como epílogo, otra gran composición. Su título es “Ilgora”, una instrumental de tres minutos, con aires de Folk, para la que han contado con un Txeloa (¿chelo?), una Txirula (¿?), una Biolina (¿violín?) y perkusioa (este es fácil). Tras algo más de un minuto de silencio, y dentro del mismo corte, cuya duración total es de siete minutos, nos encontramos con un tema oculto. Se trata de una composición para guitarra española, cuya belleza es sobrecogedora, pero cuya calidad se escapa a mi criterio. Creo que es tan buena, que tan solo teniendo conocimientos musicales (no es mi caso) se podría apreciar toda la calidad que encierra. La música acaricia el oído mientras habla de melancolía… simplemente espléndida. Son increíbles los bodrios que, a veces, pretenden que nos traguemos a base de euros en publicidad, mientras, en el anonimato, hay gente tan buena esperando que suene la flauta. Tan solo desearía que hubieran incluido traducciones al castellano de las letras, así como de los datos más significativos. En el libreto hay espacio de sobra para haber incluido original y traducción. El hecho de que esto no se haya hecho, hace que lo escuches con la sensación de que la banda no tiene interés en agradar más allá de su propia comarca. Y no me vale la comparación con el inglés, que tampoco incluyen traducciones, pues este idioma es uno de los más hablados del mundo, como el castellano, mientras que el euskera no lo hablan, ni tan siquiera todos los vascos… y los que lo hablan, lo hacen con muchos y distintos dialectos.
Carlos Treviño Cobo