03 mayo 2006

EDENBRIDGE “The Grand Design”

(Massacre Records)

Confieso mi debilidad por estos austriacos desde que empecé a conocerlos un poco más con la publicación de su anterior obra “Shine” hace un par de años. Un disco que suponía la cuarta en estudio dentro de la carrera de la banda, liderada por la angelical voz de Sabine Edelsbacher y el buen hacer instrumental y compositivo del polifacético Lanvall. Con “The Grand Design” vuelven a ofrecernos un precioso disco lleno de melodía y lirismo, con la voz de Sabine más bella y protagonista si cabe, y con un sinfonismo y melodía en los arreglos instrumentales más que notables. Con todos estos matices y condicionantes sin duda se sacrifica en gran parte la fuerza y potencia de algunas de sus composiciones anteriores y entran en un terreno más pomposo y sinfónico. Algo tienen que ver en este sonido las colaboraciones que adornan el disco, sobre todo las del inevitable Dennins Ward, en este caso poniendo su voz y coros en cuatro temas, y la del holandés Robby Valentine que hace lo propio en otros tres y aporta su maestría al piano haciéndose notar en el tema inicial “Terra Nova” que prácticamente podría cuadrar en cualquiera de sus trabajos, lleno de pomposidad y grandilocuencia, y en el que el buen solo de guitarra corresponde a otro de los invitados, Karl Groom. Aunque para mi destacan más otros cortes como “Flame Of Passion” con unos maravillosos coros acompañando los teclados y guitarras de Lanvall, o la súper melódica “On The Top Of The World” que es una auténtica delicia cercana al A.O.R. más sinfónico. Más directas y guitarreras, aunque sin olvidar melodía y protagonismo vocal, aparecen “Evermore” que me recuerda a grupos de aquí como Dark Moor o Arwen, al igual que “See You Fading Afar” también destacable. Lo más relajado del disco viene con las baladas “The Most Beautiful Place” y “Taken Away” que no destacan demasiado, sencillamente cumplen sin más. El cierre lo pone el extenso corte de más de diez minutos que da título al disco y en el que se explayan en cuanto a instrumentación y coros, con la participación clarísima de Valentine en los mismos, y con la inclusión de nuevos elementos como la guitarra flamenca y acústica de la mano de Martin Mayr y el violín de Astrid Stockhammer, ambos marcan unos curiosos cambios de ritmo en el tema, dotándolo de gran originalidad dentro del desarrollo más progresivo de los que aparecen en el disco, junto con el bonus instrumental “Empire of the Sun” que supone toda una exhibición de Lanvall. Un disco que ha terminado de conquistarme para la causa de Edenbridge, y que me encantaría poder comprobar si son capaces de plasmarlo en directo, ya que el año pasado nos dejaron con la miel en los labios cuando estaban anunciados para tocar por aquí y finalmente no lo pudieron hacer. Sin duda un trabajo muy recomendable.
Mariano Palomo