24 enero 2006

FARO "Agelost"

(MTM Music / Goi Music)

Curiosa la historia de esta banda, sobre todo de su vocalista y fundador Chitral “Chiti” Somapala. Un músico originario de nada menos que de Sri Lanka y que fue poco menos que el introductor del hard rock en su idioma natal en su país y que ha hecho desde anuncios de cerveza hasta canciones para campeonatos de rugby. Pero eso debía parecerle poca cosa y emigró a Alemania para formar parte de los progresivos Avalon y de los power metaleros Firewind, desembocando finalmente en su actual proyecto Faro, que recoge influencias de ambos, pero en su vertiente más melódica, con ligeros toques progresivos y una poderosa producción. “Angelost” supone la segunda entrega de Faro, tras el más que correcto “Down of Forever” de 2003, y respecto al cual a cambiado completamente de acompañantes, si en aquel los compañeros de aventura eran prácticamente desconocidos, en este se ha rodeado de nombres más reconocibles dentro de la escena hard centro europea. Tal es el caso del guitarrista Barish Kepic y del bajista Michael Müller, ambos de Jaded Heart, y del ex batería de Bonfire Dominik Hülhosrst, además de un buen número de colaboradores invitados, de entre los que destaca el guitarrista Thomas Blug que mete un magnífico solo en “The One” una buena balada semi acústica a lo Bonfire. Este tema es de lo más relajado del disco, junto con “Heavenly Light” otra bonita balada en la que destaca el trabajo en los coros de Bobby Alvatrer, Claudia Cane y Thomas Hils. El disco en general tiene fuerza y poderío para repartir, desde la intro “Desdemona” que da paso a las contundentes “Desert Moon” y “World of Fools”, con una cadencia algo pesada al igual que “Destination” una en las que se hace notar la presencia del teclista Henning Waner, que le da un aire progresivo al tema al igual que sucede en las interesantes “The Forbidden Land” con una línea melódica muy conseguida, y en las más contundentes a lo Symphony X en lo que a guitarras se refiere “Strange Dreams” y “Where Did It Go”, pero menos agresivas que las de los americanos. La voz de Chiti está a un nivel alto en todo el trabajo, pero me llama especialmente la atención en “Damned Eternally” un tema en el que juega con ella magníficamente con registros que me recuerdan al mismísimo Johnny Gioeli (Hardline, Axel Rudi Pell) dentro de una estructura de un tema de los más clásicos de hard melódico del disco, y de los más destacados. Ponen la guinda al pastel con una gran y endurecida versión del clásico de Bruce Springsteen “Dancing In The Dark”, respetando su esencia pero dándole un toque cañero realmente interesante, creo que si el Boss la escuchara le agradaría bastante. Resumiendo, buen trabajo de hard melódico, con matices y elementos que le hacen algo más original que lo que se viene haciendo en Europa últimamente, pero aun algo pesado en algunas fases y con elementos por pulir. En cualquier caso, bastante interesante.
Mariano Palomo