09 enero 2006

THE TANGENT "A Place In The Queue"

(Inside Out / Mastertrax)

Tengo el honor de hablaros en estas líneas de la primera joya del 2006. Andy Tillison es el director y máximo líder de este “destello” de genialidad que bajo el susodicho nombre nos ofrece un trabajo de música progresiva en el más amplio sentido de la palabra. Tercera obra de los británicos, o cuarta si contamos el directo “Pyramids and Stars”, y probablemente el más versátil de todos ellos pues en el se conjugan, a golpe de virtuosismo, estilos que podrían parecer inicialmente poco compatibles. Son 79 minutos de pasión por la música, mostrada en siete cortes sin igual. Ya desde el principio, con “In Earnest” (20 minutos), nos encontramos con un grupo deseoso de explorar todos los aspectos de la fusión en su más alto concepto. Desde el funky más setentero, pianos que hacen soñar con sus positivas melodías, instrumentos del Folk o la clásica, como saxofones, flautas ó clarinetes (Theo Travis), pasando por momentos de electrizante rock sinfónico, fantásticos riffs de guitarra y progresivos cambios de ritmo; este primer corte es de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. Jonas Reingold, bajista de The Flower Kings, realiza una auténtica exhibición instrumental, acompañado del nuevo batería Jaime Salazar (sustituto de Zoltan Csorsz, que ha centrado sus esfuerzos en The Flower Kings). Sam Baine, compañero de Tillison desde los tiempos de Parallel or 90 Degrees (la banda matriz de The Tangent), se ocupa de los sintetizadores, coros absolutamente espléndidos, y del piano, con el que protagoniza grandes pasajes, entre ellos algunos de jazz realmente inconmensurables. Esta obra maestra, con la que se abre el disco, es seguida de “Lost in London”, un tema en el que predomina el jazz vocal (Fred Astaire, Frank Sinatra), aunque aderezado con rock celta (Jethro Tull) y algo de rock sinfónico psicodélico (Genesis de los primeros 70). Compuesto a medias entre Tillison y Guy Manning (guitarras acústicas, mandolina, etc.), no es más que otra fantástica exhibición de Salazar en la percusión y Baine al piano. “GIY Surgery” dura dos minutos y podría ser una “ida de olla” jazz-sinfónico-psicodélica que da paso a “”GPS Cultura”, un tema sinfónico británico que encajaría perfectamente en cualquiera de los primeros trabajos de Genesis. Destacan los coros, simplemente maravillosos, así como unos teclados ingeniosos, que dan la adecuada y siempre optimista ambientación, sello inconfundible de la banda. Vuelve a predominar el rock sinfónico y el jazz en “Follow your leaders”, si bien, no dejan de surgir cambios de ritmo que dan pié a todo tipo de influencias sonoras. Sin embargo todo cambia con “The Sun In My Eyes”, un tema de corte funky en el que, sin abandonar el característico sonido de la banda, ahondan en los ritmos sesenteros de la mítica Motown y toda su extensa lista de músicos que supieron adaptar el soul a los nuevos aires roqueros de la época. La voz de Tillison es el contrapunto, con una tesitura de voz distinta a lo que acostumbramos a oír en el funky. El tema de cierre da título al disco y, en su casi media hora, profundiza en todo lo oído hasta el momento, tocando todos los palos ya mencionados en una ó más ocasiones, lo que te permitirá apreciar la gran calidad que atesoran todos y cada uno de los músicos que hacen de este “A Place In The Queue” un disco prácticamente inigualable e incomparable. Podrás ponerlo junto a los discos de jazz, a los de rock sinfónico o a los progresivos... y no desencajará, porque es todo eso y más. Bravo por Tillison.
Carlos Treviño Cobo