09 enero 2006

GIGATRON "Mar de Cuernos (The Platinum Years)"

(Dynamo Records / Locomotive Music)

¡Vuelven los Dioses del Metal! ¿Hay alguien a estas alturas que no los conozca? ¿No tenéis su primer trabajo “Los Dioses Han Llegado”? En fin, por si hay algún despistado, no tengo más remedio que intentar explicar de qué van estos tipos. ¿Alguien recuerda el tema “Trip Metal”, de Tijuana In Blue? ¿Y el “Sancho Panza del Rock”, de Mamá Ladilla? Pues basta con imaginarse un disco entero en este plan, y ya tienes una idea. Desparrame y pitorreo por los cuatro costados. Se cachondean de todos los tópicos negativos que los ignorantes achacan al Heavy Metal: las drogas, la violencia, el sectarismo, la chabacanería. Lo lamentable es que hay algunos que no han sabido pillarles, creen que se tratan de críticas reales, cuando tanto nosotros como el propio grupo sabemos perfectamente que la mayoría de estos estereotipos son absolutamente falsos. Si alguien se ha ofendido, que escuche con más detenimiento el CD hasta que capte las ironías. Corre el rumor de que los músicos compatibilizan Gigatron con bandas heavies más convencionales, y me parece muy creíble. Canciones como “Quiero Rock” o “Tú Mismo” sólo pueden haber sido compuestas por gente que conozca bien el mundillo desde dentro. Y no hay subgénero con el que no se atrevan. El rock andaluz en “La Virgen de las Tachuelas”; las corrientes extremas en “Macho Cabrío”; las tendencias punkarras en “Marginado”; el rock and roll en “El Rock del Contenedor”; el power en la magistral “Banderas de Roña”. Y todo sin que falte calidad, si cantaran en otro idioma nos parecería un trabajo muy bueno y variado. No podemos olvidar al vocalista, es tan versátil que parece que cada canción está grabada por un tipo distinto. Imita a Yosi en “Ministro del Pisto”, se parece al Sevilla en “La Virgen de las Tachuelas”... y mejor no seguir. ¿Lo mejor de todo? No me atrevo a decirlo, pero si hay algo que me ha hecho reventar de risa han sido las tres partes de “The Warrior Of The Barrio” devastadora y merecidísima burla a los mayores payasos y fantasmas de la historia del metal, convertidos por su propia memez en una parodia de sí mismos. Sí, amigos, hablo de Manowar, ¿de quién si no? No se les menciona, pero sólo un sordo puede no darse cuenta de quién ha inspirado tan gloriosa historia. Si hace unos años pensé que Gigatron iban a quedar en una mera anécdota, estaba muy equivocado. ¡Tenemos Dioses del Metal para rato.
Nacho Jordán