23 noviembre 2005

LEGS DIAMOND "Diamonds Are Forever"

(AOR Heaven / Goi Music)

Tras más de diez años desde su último trabajo oficial en estudio, vuelve a la palestra este quinteto de veteranos músicos californianos que arrancaron su andadura allá por mediados de los 70’s y que algunos medios calificaron, muy exageradamente en mi opinión, como los Deep Purple americanos. Las similitudes con la púrpura británica vienen de la clásica manera que tienen ambas formaciones de entender el hard rock en su vertiente más tradicional, pero a años luz de la calidad e incluso energía de los Blackmore, Hughes, Paice, Coverdale o Lord de los buenos tiempos. Aunque quizá, hoy por hoy las distancias son mucho menores, e incluso si tengo que elegir entre los últimos trabajos de unos y otros la balanza se inclina del lado de los americanos. Este “Diamonds Are Forever” es uno de los trabajos más interesantes de los Diamond desde sus mejores obras “Land Of The Gun” y “Out On Bail”. Tiene todo el regusto del hard rock más clásico, menos pomposo y elaborado que los discos citados, pero con mucho feeling, y con una frescura realmente poco común en formaciones de su veteranía y experiencia. Desde el principio de la banda permanecen tres de sus componentes, Michael Prince (teclista y guitarrista), Roger Romeo (guitarrista) y Jeff Poole (batería), que forman la columna vertebral que da continuidad a su sonido a pesar del paso del tiempo. Les acompañan el personal cantante John Levesque y el bajista Adam Kury, menos entrados en edad que el trío original, y que dan ese aporte de frescura en este disco. En cuanto a los temas, dentro de una línea uniforme de hard clásico, si hay variantes que consiguen hacer del disco una colección de trece temas entretenidos y en absoluto planos. Temas crudos como la inicial “Don’t Turn Away” con cierto aire bluessy, la más rockanrolera a lo AC/DC “Good Time” de lo mejor del disco en la que la voz de Levesque se asimila bastante a la de Brian Johnson, o la dinámicas “Let It Go” y “Rain Down” con un toque garajero en el sonido de guitarras, que no son excesivamente logradas, algo que mejora con “Get You Home” que es otra de las destacadas con unos riffs duros pero bien contrarrestados por la buena melodía de voces. La faceta más melódica de la banda se refleja en cortes como “Time Will Never Change”, un buen tema comercial radiable 100% y en el que destacan los teclados de Michael Prince, al igual que en “This Time Around” con un regusto sinfónico en el tratamiento de las teclas recordando a Uriah Heep, al igual que en la más tierna “Will You Remember Me”, aunque se hace demasiado larga en sus casi ocho minutos de duración. Mejor entra “Loneliness” un medio tiempo con retazos acústicos que está entre las destacadas con Levesque en una de sus mejores interpretaciones. Se completa la obra con dos bonus tracks, “Changes” con sonido hammond muy Purple, esta vez sí, y con la instrumental “For All We Know”, una balada realmente bonita que sirve de epílogo perfecto la hora larga de música ofrecida por estos veteranos, no demasiado conocidos y que ahora parecen querer reclamar su sitio en la escena. Recomendado para los seguidores del hard rock de la vieja escuela. A la vejez viruelas.
Mariano Palomo